El economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, dijo que en el primer trimestre del año la economía venezolana se contrajo 4% y que al cierre del primer semestre de 2023 no hubo recuperación, por lo que estima una caída acumulada del PIB. cerca, también, del 4%.
Oliveros, durante el foro Perspectiva Venezuela-II Semestre 2023, organizado por el Centro de Estudios Políticos y Gubernamentales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), proyectó que en la segunda parte del año puede haber una «recuperación muy débil» de la economía venezolana.
En consecuencia, proyecta un crecimiento de 3,4% del PIB al cierre del año, 55,3% inferior a la expansión de 7,6% registrada en 2022.
Asimismo, pronostica una inflación acumulada de 228% al cierre de diciembre y un tipo de cambio de 62,5 bolívares, lo que significa que, en lo que resta de 2023, el precio del dólar deberá aumentar más de 120% en el mercado. . y el bolívar se depreciará más del 55%.
Por supuesto, la economía venezolana también ha registrado una fuerte aceleración de la inflación.
En un año, la inflación pasó de niveles del 150% a más del 400% y, además, los precios en dólares aumentaron un 45%.
Para Oliveros, el gran problema de la economía venezolana en estos momentos es “la fuerte caída de la demanda que reduce el consumo, sobre todo del sector público que emplea a un tercio de la mano de obra”.
El cambio debe ser a 70 bolívares
Oliveros explicó que “la diferencia entre inflación y devaluación obliga a subir los precios en dólares, porque la arquitectura institucional está en bolívares. El meollo del problema que mata a la industria es que el tipo de cambio de equilibrio debe estar actualmente en 70 bolívares, es decir , esta es una economía donde las importaciones son de 30 bolívares por dólar y la producción de 70. Eso no se puede mantener”.
Y añade que esta situación “no se resuelve con una devaluación, sino con una reforma completa que haga más eficiente la industria. Las importaciones es la única variable que ha aumentado en los últimos meses”.
Al final, el consumidor venezolano termina pagando una factura alta por estos desajustes, ya que lo que se compraba con 100 dólares en enero de 2019, hoy exige un gasto de 450 dólares. «La dolarización informal expone las ineficiencias de la economía».
Economía venezolana «enana» y desigualdad
Asdrúbal Oliveros calificó a la economía venezolana de «enana» y desigual. “El crecimiento que vemos es inestable y desigual, con sectores muy débiles que no generan valor agregado, como el comercio y los servicios”.
“También hay desigualdad territorial, porque la región central, especialmente Caracas, concentra la mayor parte de la actividad. También hay otras zonas con cierto dinamismo, como el eje Portuguesa-Lara. Muchos estados dependen del sector público y eso significa que no hay posibilidad de expansión (…) Amazonas, Sucre y Trujillo son paupérrimas”, dijo.
El poco crecimiento que se genera se concentra en unas pocas personas, unos pocos sectores y unas pocas regiones. Somos un país pobre. En 2013 teníamos un producto per cápita de 12 mil dólares, hoy tenemos 2 mil dólares por habitante. Haití y Venezuela son los más pobres de América Latina”, dijo Oliveros.
El sector petrolero en Venezuela, a pesar de que el sector privado ha reducido su dependencia del Estado, sigue siendo el motor del crecimiento, a juicio de Oliveros.
El economista reveló que los ingresos de PDVSA «podrían estar» en el orden de los 25.000 millones de dólares el año pasado y el sector privado exportó 2.500 millones de dólares, «el 10% de la peor PDVSA que tenemos en términos históricos».
Obstáculos a superar
A juicio de Oliveros, las sanciones estadounidenses que pesan sobre la industria petrolera venezolana deben levantarse de manera urgente y todos los sectores deben empujar en esa dirección de manera coordinada.
“No habrá suficientes recursos para levantar la economía petrolera sin resolver este problema. Necesitamos vender el crudo de manera formal, no al contado y a través de intermediarios. Siempre habrá pérdidas de recursos, pero en estas condiciones es imposible controlar lo que realmente pasa con el proyecto petrolero», insiste Oliveros en un punto crítico.
Además, el economista pone sobre la mesa otros problemas que vinculan cualquier intento de expansión económica en el país, como el mal crédito. Según sus estimaciones, Oliveros sitúa la financiación bancaria disponible en unos 800 millones de dólares.
Si se le suman otras fuentes de apalancamiento, como la bolsa de valores, el financiamiento total disponible en el país alcanza una cifra estimada de 1.400 millones de dólares.
Banca y Negocios