En los últimos días, la recuperación del narcotraficante Óscar Camargo Ríos, alias ‘Pichi’, conocido como el ‘Pablo Escobar de Santander’, quien acumulaba cuatro fugas y una decena de violaciones al arresto domiciliario, sacó a la luz un misterio vinculado a uno de La principal industria colombiana exportadora: el mercenarismo.
Una investigación de El Tiempo reveló que uno de los guardaespaldas de Pichi, Luis Carlos Pacheco Pantoja, ex militar experto en paracaidismo y entrenamiento táctico, está a cargo de la empresa de seguridad VIP Logistic Group SAS, lo que fue señalado por muchos informantes que reclutaban soldados en Colombia bajo engaño para incluirlos en los cárteles de la droga.
Ex uniformados colombianos fueron contratados por su país para ser enviados a México. Una vez allí, sus esposas y familiares les perdieron la pista.
Colombia, un país en conflicto desde hace décadas, ha sido un semillero para el entrenamiento de mercenarios.
El propio presidente, Gustavo Petro, advirtió sobre la necesidad de prohibir el mercenarismo en su país, en referencia a las recientes informaciones sobre la contratación de 300 exmilitares colombianos que trabajan para dos empresas en Sudán o que planean viajar a Libia.
Actualmente, Moscú y Bogotá mantienen conversaciones para abordar la situación de los ciudadanos de ese país capturados por participar en el conflicto ucraniano. Venezuela ha advertido sobre la formación de irregulares para desestabilizar su país.