Con la décima estrella asegurada, el Deportivo Táchira no tendrá mucho tiempo que perder en la preparación de la próxima Copa Libertadores 2024, especialmente de cara, considerando lo exigente que siempre es un torneo internacional de este calibre.
Y los tiradores no rindieron como esperaba el técnico Eduardo Saragó. Parecía emocionante cuando, al inicio de la temporada, «El Rifle» Edder Farías y Anthony «Matatán» Uribe, dos tiradores de alto calibre en el futve, formaban parte del equipo dorado.
Pero nada podría estar más lejos de la verdad que su temporada. En el primer tiempo, Farías solo pudo acertar en tres ocasiones, por lo que antes de iniciar el segundo tiempo se fue al Deportivo La Guaira. Mientras que Uribe sólo pudo marcar con ocho goles en 30 partidos.
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Mar de daños para el Táchira
Para reforzar esa zona, Táchira trajo al colombiano Kevin Aladesanmi, pero tampoco rindió, pues disputó sólo doce duelos y anotó un solo gol, antes de sufrir una lesión del ligamento cruzado de la rodilla derecha.
Otro de los delanteros que no pudo destacar con el actual campeón de la liga Futve fue el meridano Armando Araque, quien también se lesionó y jugó solo ocho veces.
Pese a ello, el “Carrusel aurinegro” finalizó como el equipo más goleador (55) de todo el torneo, tomando en cuenta la ronda regular y el G-4.
Pero lo que nadie sabía era que Saragó tenía una ficha importante bajo la manga, un jugador de su mayor confianza que le trajo del Deportivo Lara, y que le dio la oportunidad de su vida. Ese jugador es Jean Franco Castillo, quien aportó tres goles y una asistencia y fue clave en el último jonrón del astro.
Pero teniendo en cuenta todo esto, Saragó y la directiva de Aurinegra ya se adelantaron y aseguraron el traspaso de otro delantero muy importante en nuestro fútbol, como Jesús Hernández, que viene de jugar con Carabobo.