Decenas de migrantes aprovecharon las obras de construcción en la ciudad de Tijuana para saltar la valla fronteriza entre México y Estados Unidos, con imágenes dramáticas de niños pequeños trepando el muro.
Al mediodía, varios migrantes corrieron hacia la valla para cruzarla ante la mirada desesperada de un policía que custodiaba el lado mexicano. Sin embargo, las escenas más dramáticas ocurrieron cuando unas personas cargaron a tres niños pequeños, incluido un bebé en brazos, por encima del muro.
Otros inmigrantes que llevaban paquetes cruzaron rápidamente la valla de alambre de púas y luego escalaron en algunas partes el muro de 9 metros de altura.
Una vez que cruzaron, los migrantes huyeron rápidamente a territorio estadounidense para entregarse a la patrulla fronteriza para solicitar asilo.
Hasta el miércoles, elementos del ejército mexicano y de la Guardia Nacional han estado monitoreando la zona, pero no tienen autoridad para detener a migrantes ni impedir que intenten cruzar la frontera, dijo Enrique Lucero, jefe de la Dirección de Atención al Migrante en Tijuana. . .
«No podemos arrestar a inmigrantes por este intento», dijo el funcionario.
Lucero agregó que las personas que cruzan ilegalmente a Estados Unidos y se entregan a las autoridades migratorias son devueltas inmediatamente a México o a su lugar de origen y también enfrentan una sentencia de cinco años, tiempo durante el cual no pueden volver a solicitar asilo humanitario en ese país.
Mientras tanto, en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, varios migrantes cruzaron el Río Grande (conocido como Río Grande en Estados Unidos), más grande de lo habitual.
Los inmigrantes cargaban sus pertenencias a gran altura, el agua les llegaba al cuello.
“Si cruzamos nos van a deportar a todos, a todos. Haremos todo lo posible para pasar», afirmó el venezolano Eduard Emilio Carpio, de 25 años.
El gobierno mexicano ha admitido que el número de migrantes que cruzan su territorio para llegar a Estados Unidos, en su mayoría procedentes de Venezuela, Cuba y países centroamericanos, es demasiado elevado.
Además, el mayor operador ferroviario nacional ha endurecido las medidas para evitar que inmigrantes ilegales atraviesen su territorio utilizando trenes de mercancías después de que suspendiera el 30% de sus operaciones la semana pasada, desbordado por la afluencia de inmigrantes indocumentados.
Un récord de 233.000 migrantes cruzó la frontera sur de Estados Unidos en agosto, y la escalada continúa en septiembre. Las autoridades de inmigración mexicanas han confirmado que han detenido a 189.000 inmigrantes en lo que va de mes, un promedio diario de 9.000.
Agencias