Cuba ha mantenido una estrecha cooperación con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) desde 1993 y hasta la fecha, pese a las limitaciones del embargo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos hace más de seis décadas. Las fuentes consultadas por el sitio Cubadebate detallan que la isla respeta estrictamente los indicadores y principios de control y seguimiento de la entrega de alimentos establecidos por este organismo a nivel internacional.
Para la nación caribeña, la seguridad alimentaria y nutricional de su población es una prioridad de Estado, constatado en documentos como la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional o el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.
En un contexto complejo marcado por la recuperación pospandemia, el recrudecimiento del bloqueo estadounidense, la inclusión de la isla en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo y la crisis multidimensional a nivel global, Cuba muestra avances en sus programas en materia de alimentación seguridad y nutrición.
La esperanza de vida al nacer es de 78 años (80 años para las mujeres y 76 años para los hombres). Además, de los 189 países evaluados en 2019 en el Índice de Desarrollo Humano, la nación ocupó el puesto 72 y en el Índice de Desigualdad de Género, el 65. En Cuba, la atención a la salud maternoinfantil se basa en la prioridad asignada por el Estado, la ejecución del Programa Nacional de Atención Materno Infantil y la garantía del acceso equitativo a los servicios de salud.
De igual forma, la tasa de bajo peso al nacer se reporta siete por ciento menor que la de los países industrializados y durante 2021 la tasa de bajo peso fue del 6,6 por ciento; aunque sigue siendo un problema de salud actual. Entre los resultados más relevantes se encuentran la supervivencia a cinco años del 99,4 por ciento; más de 10 controles prenatales por parte; 5,3 por ciento con bajo peso al nacer; el 99,9 por ciento de los envíos institucionales; y ser el primer país en validar la eliminación de la transmisión vertical del VIH y la sífilis congénita.
Actualmente, el apoyo del programa incluye la ejecución de proyectos en los sectores agrícola y de producción de alimentos, la donación de insumos para enfrentar fenómenos meteorológicos y la distribución de alimentos a grupos vulnerables. Anteriormente, la isla también contribuyó a las operaciones del PMA con donaciones de ciertos insumos, que el programa destinaba a los países en los que opera.
Fuente: Prensa Latina
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