Alentado por la insólita declaración del gobierno sobre un supuesto «intento de golpe de Estado», el fiscal Carlos Stornelli solicitó prisión preventiva para todos los detenidos y les imputó 15 delitos, entre ellos «sedición». La jueza María Servini ya investigó a los primeros diez detenidos.
En otro acto de escalada desproporcionada de violencia judicial y política, manifestantes detenidos al azar durante la movilización contra la Ley Básica y acusados de presunta «sedición» contra el gobierno nacional fueron trasladados a las unidades penales Marcos Paz y Ezeiza.
La información fue proporcionada a la prensa por varios familiares de algunas de las personas que desde el miércoles se encontraban alojadas arbitrariamente en comisarías y guardias a la espera de su liberación. «Han sido trasladados a unidades del Sistema Penitenciario Federal», confirmaron en un breve comunicado.
La familia de Brian Ortiz, estudiante de Historia del Instituto Superior de Formación Docente No. 1 de Avellaneda, dijo que «acaba de ser trasladado a (la Unidad Penitenciaria de) Ezeiza, acusándolo de actos terroristas».
Debido a esta nueva información, las familias suspendieron la movilización que tenían prevista hoy frente a los lugares de detención y los juzgados, y convocaron a otra al mediodía en los juzgados del Retiro, en Buenos Aires.
Detenciones y procesamientos arbitrarios
Detenciones arbitrarias, acusaciones falsas con cargos penales desproporcionados, detenciones en régimen de incomunicación, traslados durante las primeras horas de la mañana y falta de notificación e información a familiares son características de un modus operandi que las fuerzas de seguridad y el poder judicial no aplican desde hace años. .
El procesamiento judicial contra los 33 detenidos durante la jornada de protestas del miércoles escaló a niveles grotescos. Alentado por las fake news lanzadas a través de las redes sociales financiadas por el gobierno de Javier Milei, el cuestionado fiscal Carlos Stornelli pidió prisión preventiva para todos y los acusó de 15 delitos, también contra el orden constitucional.
Por lo pronto, los familiares fueron informados que algunos de ellos habían sido llevados a cárceles de mayor seguridad, fuera de la órbita de la ciudad de Buenos Aires. Mientras tanto, Servini debe investigar a otros 23 imputados que estaban bajo la Justicia bonaerense pero se sumaron a su causa y por eso quedó como única jueza a cargo de todos los detenidos.