Vendedores warao se apostaron en el malecón de Manamo en Tucupita, para dar inicio a la fiesta del cangrejo en Delta Amacuro.
Cada agosto y hasta septiembre, los nativos Waraos de Mariusa y Pedernales inician una actividad más amplia de mercadeo de jaiba que se desarrolla en Tucupita.
Waraos y forasteros se dirigen temprano en la mañana al malecón de Tucupita para comprar cangrejos, vendidos por mapires, un gran barril vacío hecho de tirita que los nativos usaban para almacenar allí tubérculos o pescado.
Inicialmente, cada mapire costaba hasta 200 Bs, pero el precio se fue abaratando día a día a medida que aumentaba la oferta de estos crustáceos.
fiesta del cangrejo
En el municipio de Pedernales, más al norte del Delta Amacuro, se realiza una fiesta del cangrejo todos los años en septiembre.
Las familias preparan una variedad de platos de cangrejo, que incluyen: picillos, empanadas, sopas y guisos. Algunos los venden, otros simplemente los comparten en familia y algunos vecinos.
Con esta fiesta se cierra toda la fiesta del cangrejo del delta, por lo que la gente de los llanos espera cada año para celebrar y comer durante toda la temporada, tanto en Pedernales como en Tucupita.
¿Cómo atrapan los cangrejos?
Los indios Warao eran los líderes de la pesca del cangrejo. Salen a la costa de los Llanos, entre el Golfo de Paria y el Océano Atlántico ya las playas, generalmente a principios de agosto de cada año.
Algunos de ellos instalaron tiendas de campaña improvisadas sobre pilotes porque decidieron pasar hasta tres días pescando cangrejos.
Estos crustáceos tienen su hogar entre los nabos silvestres y los manglares de las playas. Sus cazadores deben perseguirlos durante la marea baja, ya que salen de sus agujeros para alimentarse.
En medio del trabajo, los Warao contaban chistes, se divertían y por la noche cenaban alrededor del fuego y hablaban de sus ancestros o del día que habían pasado. Esto se ha convertido en una tradición de los pueblos indígenas que se transmite de generación en generación.