El pueblo de Cojede celebra profundamente el día de la Cruz de Mayo como un rasgo distintivo de su idiosincrasia, la devoción asociada a las prácticas agrícolas tradicionales y el fervor de la población campesina y rural, así como la fe inmutable en la salud de los familiares y amigos cercanos. que ofrecen promesas por favores concedidos al palo santo.
La fiesta de la Cruz de Mayo fue traída, como otras celebraciones tradicionales, por los religiosos y conquistadores españoles, quienes conmemoraron el descubrimiento de Elena, madre del emperador Constantino, de la Cruz donde murió Cristo. Sin embargo, expertos en costumbres europeas aseguran que antes de este evento los habitantes de ese continente realizaban rituales para celebrar la llegada de la primavera.
Homenaje a la Cruz de Mayo con cantos, oraciones y bailes
La cruz tiene su fiesta conmemorativa el 3 de mayo, mes durante el cual se realizan actos en su honor en diferentes regiones de nuestro país. En muchos lugares de Cojedes se adornan con flores y papeles de colores las cruces que se encuentran en los lugares públicos, donde las Hermandades y particulares montan altares en los que se coloca la Cruz y se ofrecen flores, frutos y velas encendidas, en agradecimiento por la preservación de la salud. y fertilidad .
Quienes asisten a esta celebración rinden homenaje a la naturaleza con cantos, oraciones y bailes, ya que mayo es el inicio de la temporada de lluvias.
Algunos cultivadores e investigadores de Cojedes
Hombres y mujeres agricultores e investigadores, entre los que podemos mencionar: Fredy Sosa, Juan Monagas, Rafaela Ojeda de Angulo, la familia Bravo-Herrera, Nelson Castillo, Isaías Medina, la familia Oviedo, el señor Quiñones, don Benito Pérez y Alejandro” . Catire” Rivas, Nicasio Lima, Williams García, entre otros, se han esforzado por mantener e incentivar a los ciudadanos a continuar con sus tradiciones ancestrales, que confirman nuestra identidad como Pueblo y fortalecen el sentido de pertenencia a este terroir.
cruces más emblemáticas
En San Carlos, las cruces más emblemáticas que se han convertido en reliquia del patrimonio arquitectónico y de la religiosidad popular en Cojedes son: la Cruz Verde, la Cruz de El Tranquero y la Cruz de Las Tejitas.
Mientras que en Tinaco también existen cruces en plazas de la ciudad, entre ellas se encuentra la “Cruz de la Sapera” ubicada en el sector homónimo de Tinaco, ícono de esta mágica tradición religiosa, que fue erigida en 1917 como parte de un cuento de iniciativa. . Asumido por la población y el Concejo Municipal de esa época, cuando decidieron poner cuatro cruces en cada extremo de Tinacu.
Los de los extremos Este y Oeste se ubicaron en la Avenida Urdaneta. La primera es conocida como «La Cruz del Tiramuto», llamada «Cruz del Olvido» por las antiguas generaciones de tinaqueros y devotos, debido a su ubicación en este camino que conduce al cementerio municipal, hecho que le valió el típico nombre que posteriormente fue reemplazada por la que hoy se identifica, la “Cruz del Tiramuto”, para quedar a cargo del Centro Social Cultural del mismo nombre que nació en 1965.
La otra cruz, colocada en el punto cardinal al poniente de la ciudad, es conocida como la «Cruz de Tronconero», cuyo nombre proviene del sector donde se ubica. En cuanto a la cruz del extremo sur, es visible al final de la calle Miranda, pero en el patio de una casa del sector de La Manga. Pero, hay pocos datos al respecto.
Dedicaron sus inspiraciones a la cruz
En Tinaco la receptividad en cada una de estas reliquias fue más allá del entusiasmo, donde se sumaron cantores como Jorge Pérez, improvisadores de poemas como William García, Rafael Arias y Hernán Herrera, quienes también dedicaron sus inspiraciones a la cruz. A lo que se sumó Juan Carlos Jiménez. También José «Pichirilo» Martínez que cantó unos diezmos orientales y Augusta Pérez de Ramírez con las décimas llaneras. Por último, Juvenal Hernández, que dedica un canto a la Virgen.