Las fuerzas armadas chinas continuaron el domingo, por segundo día consecutivo, una patrulla conjunta y ejercicios de combate simulado sobre el Estrecho de Taiwán que incluyeron nueve barcos y 71 aviones de combate, además de despliegues de fuerzas terrestres.
China simuló ataques contra «objetivos clave» en Taiwán este domingo, en el segundo de tres días de maniobras militares de «asedio total» en la isla en represalia por la reunión del jefe del Ejecutivo taiwanés con el jefe del Congreso de Estados Unidos.
El Comando del Teatro del Este del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China inició este sábado ejercicios militares a gran escala en torno a la isla de Taiwán, una provincia rebelde que recibe apoyo militar y logístico de Estados Unidos (EE.UU.).
Este mismo comando ordenó «decenas» de incursiones de «aeronaves de alerta temprana, reconocimiento, ataque, bombardeo e interferencia», informó la cadena de televisión pública china CCTV.
Los patrulleros del EPL «ocuparon posiciones de ataque» a través de «maniobras de alta velocidad». De manera similar, la fragata Xuzhou «realizó operaciones tácticas» en aguas al este de Taiwán, dijo el canal, que muestra imágenes de las fuerzas navales y aéreas de China en acción.
Jiang Xiaodong, comandante de compañía del 72º Grupo de Ejércitos de la Fuerza Terrestre del EPL, dijo en televisión que los ejercicios se centrarán en realizar ataques rápidos y precisos y probar nuevas tácticas durante el combate.
China anunció los ejercicios militares el sábado en respuesta a una reunión en California el miércoles entre la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.
El Gobierno de Pekín ha repetido en numerosas ocasiones que Washington está violando el principio de una sola China, que prometió respetar hace 40 años.
“Estamos dispuestos a crear un amplio espacio para la reunificación pacífica, pero nunca dejaremos un espacio para actividades separatistas a favor de la independencia de Taiwán”, dijo recientemente la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning.
China ha considerado a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se retiraron allí en 1949 después de perder la guerra civil ante el ejército comunista.