Chile comenzará este lunes el despliegue del ejército para resguardar las fronteras con Perú y Bolivia, en un intento por controlar el ingreso de migrantes por pasos no autorizados, informaron las autoridades.
“Visitaremos algunos de los sitios de despliegue el próximo lunes, viendo cómo se va a apoyar este trabajo de las fuerzas armadas”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá.
El trabajo de los militares tendrá una duración de 90 días y regirá las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, estableció un decreto de gobierno.
Las unidades militares podrían realizar verificaciones de identidad y arrestar a las personas que ingresan o salen por un cruce fronterizo no autorizado y luego entregarlas a la policía local.
El decreto ley emitido por el gobierno argumentó que hay un aumento de los flujos migratorios en el país, lo que provocó “la llegada masiva de población por pasos no autorizados”.
El alcalde Javier García, del municipio de Colchane, uno de los puntos fronterizos donde se activará la medida, informó en una radio local que unas 400 personas ingresan cada día por los pasos no autorizados. Chile registra un aumento de inmigrantes de países vecinos, pero especialmente de Venezuela.
La ciudad andina de Colchane, en la frontera con Bolivia, es el paso más utilizado por los extranjeros para ingresar a Chile, donde decenas de personas han muerto en los últimos años. Quienes logran llegar a las ciudades chilenas arman carpas o plazas o caminan a la deriva pidiendo ayuda.
El despliegue de militares en la frontera podrá mantenerse, previo acuerdo con el Congreso, una vez transcurridos estos primeros 90 días.
Agencias