Carlos III fue coronado Rey del Reino Unido en una solemne ceremonia celebrada este sábado en la Abadía de Westminster, en pleno centro de la capital británica.
En el apogeo de este acto de protocolo, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, colocó la suntuosa corona de San Eduardo del siglo XVII sobre la cabeza de Carlos III.
Tras colocarle la corona, el arzobispo gritó a la congregación “Dios salve al Rey”, tras lo cual se escucharon trompetas.
Sentado en la silla de roble de St. Edward, considerada el mueble más antiguo del Reino Unido y colocada sobre un suelo de mosaico medieval, Carlos III fue coronado tras recibir las diversas insignias reales, muchas de ellas con joyas robadas de sus antiguas colonias, que simbolizan. sus responsabilidades como jefe de estado británico hasta el día de su muerte.
Al rey se le dio el orbe del soberano, que simboliza el mundo; el cetro con una cruz, que representa al mundo cristiano y que tiene un diamante reivindicando Sudáfrica; y el cetro de la paloma, símbolo del papel espiritual del monarca.
Vestido con un manto dorado, el Primado de la Iglesia de Inglaterra obsequió al Rey con el guante blanco del poder.
Finalmente, Welby colocó la corona de San Eduardo, realizada en oro y decorada con rubíes, amatistas, zafiros, granates y topacios, única vez en su vida que la llevó el monarca. Ninguna de estas joyas proviene del Reino Unido.
Camila, de amante criticada a reina
Camila fue coronada Reina del Reino Unido en la ceremonia que se lleva a cabo este sábado en la Abadía de Westminster en Londres.
La reina Camilla fue ungida por primera vez con aceite en la cabeza por el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia anglicana, quien luego colocó la corona de la reina María en su cabeza.
La esposa del rey Carlos III durante 18 años ha dejado de llamarse reina consorte de esta forma, para ser considerada únicamente como reina.