La atmósfera y la energía dentro de la casa club de los Mellizos habían caído tan bajo durante el viaje que el manager Rocco Baldelli cerró las puertas y tuvo una conversación en voz alta con su equipo después de ser barridos por los Reales el domingo. Los jugadores coincidieron en que era bienvenido y necesario.
Pero cuando llegaron a la casa club de Target Field el lunes, definitivamente encontraron una energía diferente.
Fue gracias a las buenas vibraciones del puertorriqueño Carlos Correa, quien acababa de tener otro sólido día de trabajo que le ha dado confianza, justo cuando han pasado casi dos meses desde que sufrió una lesión que lo mantuvo fuera del equipo. Sin embargo, la nueva energía sugiere un cambio drástico en su larga recuperación de la fascitis plantar, con una tarea de rehabilitación que podría comenzar pronto.
«Creo que avanzaremos muy pronto», dijo el puertorriqueño. «Eso significa que pronto me verás jugar béisbol».
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Hace unos cinco días, Correa inició un nuevo tratamiento no especificado en la sala de entrenamiento tras una consulta con un médico en Los Ángeles. No dio más detalles, pero comentó que sus pies se sienten muy bien, al punto que finalmente creyó que podía jugar, luego de apenas caminar sin dolor durante gran parte de su recuperación.
Correa explicó que ha estado haciendo ejercicios de sprint durante los últimos cuatro días y se ha despertado sintiéndose diferente cada mañana. El tratamiento funciona. Esta fue la mejora que había estado esperando desde que lo cerraron durante el receso del Juego de Estrellas, pasando por un poco de limbo durante este tiempo.
«Finalmente encontramos un tratamiento que fue muy doloroso, al punto que no pudimos contener las lágrimas», explicó Correa. «Pero funciona y estamos cruzando la frontera. Ya estamos pensando en el futuro. Es emocionante.
Correa mencionó que aún no se enfrenta al equipo, pero agregó que tiene una idea de cuándo será su posible regreso al equipo, señalando que será «en el mejor momento».
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