Las múltiples lesiones que ha sufrido Carlos Carrasco a lo largo de su carrera, más la cantidad de veces que ha sido operado, sin duda han disminuido su desempeño como jugador en las Grandes Ligas. Pero también lo han marcado por tener un espíritu de lucha que lo ha hecho levantarse una y otra vez para mejorar y ser parte de los mejores lanzadores criollos que han pasado por el más alto nivel del béisbol profesional.
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Ahora el barquisimeto de 36 años, mejor conocido como “Cookie”, regresó a Cleveland con un contrato de ligas menores que incluye una invitación a los entrenamientos de primavera en Goodyear, Arizona. Y aunque la franquicia tiene un nombre diferente al que tenía cuando comenzó su carrera, la sensación de regresar y demostrar que todavía puede contribuir al cuerpo técnico de las Grandes Ligas tiene que ser la misma.
Pero este martes empezó a trabajar desde Goodyear Park; primavera en la casa de los Guardianes, y realizó su primera sesión de bullpen, iniciando el camino que puede llevarlo o no a impresionar al cuerpo técnico liderado por Stephen Vogt, quien tomó el relevo de Terry Francona y asumirá como manager a partir de 2024.
Sus mejores momentos fueron en «La Tierra»
Según informó hace unos días Mandy Bell; reportero que cubre a los Guardianes para MLB.com, si Carlos Carrasco está sano, podría servir como sexto hombre para la rotación o ser un brazo extra para el bullpen con la capacidad de lanzar múltiples entradas.
En 11 años con Cleveland de 2009 a 2020, el derecho registró récord de 88-73 y efectividad de 3.77 en 1,242 entradas y un tercio de trabajo, con 1,305 ponches, 321 bases por bolas y WHIP. Su mejor año en «La Tierra» fue en 2017 cuando ganó 18 juegos (un récord personal), ponchó a 224 oponentes, lanzó 200 entradas y registró un promedio de rendimiento limpio de 3.29.
Al año siguiente, sin embargo, tuvo dos partidos completos, siendo la única campaña de su carrera con esa cantidad.