La derrota más dolorosa de Carlos Alcaraz en un Grand Slam fue inesperada en todos los sentidos, el español cayó este jueves ante Botic van de Zandschulp.
Era imposible predecir que la estrella española pasaría una noche tan desastrosa como la del jueves, cuando perdió sin tregua por 6-1, 7-5, 6-4 ante el holandés, en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos.
Fueron 2 horas y 19 minutos con un Alcaraz irreconocible en el estadio Arthur Ashe, muy lejos de la multitud de tenistas que han conseguido cuatro coronas de Grand Slam a los 21 años.
Después de cometer una doble falta para caer dos sets abajo, un déficit que nunca ha podido revertir, el tercer favorito cargó su raqueta y se dirigió al vestuario. Desconcertado por la situación, miró al técnico Juan Carlos Ferrero y le dijo que no sabía qué hacer.
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«Mentalmente no estoy sano, no estoy fuerte», dijo un disgustado Alcaraz mientras repasaba ante la prensa una noche para el olvido. «Cuando me enfrento a problemas, no sé cómo controlarme, cómo afrontarlos, y eso es un problema para mí».