La final del torneo Apertura de la Liga Futve se desarrolló en el magnífico escenario del repleto Estadio Misael Delgado de Valencia, donde Carabobo logró la hazaña de conquistar un primer título en la historia del fútbol venezolano. La batalla táctica que protagonizaron los dos entrenadores desde el primer minuto presionó la salida del rival, con las líneas muy juntas para tapar cualquier espacio e impedir la ordenada circulación del balón, impidiendo la brillantez de los llamados a controlar el balón. Juegan desde la zona: Gustavo González y Harrison Contreras por el lado granate, y Jhon Marchán y Walter Araujo por el Metropolitanos.
Como ocurrió a lo largo de la temporada, uno de los héroes de la victoria granate es el argentino Lucas Mariano Bruera. El portero mantuvo la portería a cero en una acción memorable de la primera parte. El tiro libre de Marchán con una potente zurda rebotó en la barrera y el balón se fue al ángulo lejano, pero el «Loco» reaccionó a tiempo y sacó el balón con un soberbio despeje con la zurda. A partir de ahí, Carabobo construyó su gran triunfo con la ayuda de un aporte de Leonardo Imperial de fondo.
El central fue otro de los protagonistas del partido ya que el partido estaba estancado y los Metropolitanos intentaron irse por arriba, con un centro al corazón de la defensa granate que pudieron solucionar Bareiro o Charlis Ortiz. Aponte se encargaba de limpiar la casa. Overlook ganó todos los duelos aéreos, logró templar los centros para que el Metro y en el minuto 50 anticipó un pase de vuelta de Marchán, evitando el primer gol, ya que los violetas jugaron mejor y dominaron el partido.
Bruera también fue decisivo, pues Carabobo ya ganaba 2-0 y Metro recibió un penal que pudo devolverlo al partido faltando diez minutos para el final. El grito “¡Looooco, looooco!… bajó desde la grada de Misael y el portero le ganó el duelo psicológico a Ányelo Lucena, el mejor cobrador de la punta blanca de los violetas. El volante llanero se dejó tragar por la presión que sumó Bruera con sus movimientos bajo los tres palos y acabó chutando el balón por encima del horizontal.
La batalla que ganó Aponte en lo profundo de su territorio fue trasladada al área rival para construir la victoria de Carabobo. En un partido accidentado, sin buena circulación de balón por el medio, la solución para descubrir el marcador llegó por el aire y con el aporte de Juan Carlos Ortiz, quien fue una fiera imparable desde que entró al campo por Robert Hernández. Ganó el primer duelo ante las torres del Metropolitanos, cabeceó el balón a los pies de Aponte quien convirtió con un derechazo su primer gol de la temporada y lo que quedará plantado para siempre en la memoria carabobeña por su importancia. .
Desde las sombras atrás, Aponte iluminó el camino hacia la inauguración del Granada con ganas de pelear por cada balón en ambas áreas. En el suyo cerró el arco con un candado de acero, y en el Metro abrió la rendija por la que se coló Carabobo para resolver el pleito en colaboración con Ortiz y Franner López.
El primero no sólo sirvió para el primer gol, sino que se encargó de concretar la faena, gracias a un arrebato de ingenio de Gustavo González, quien se había ido y de repente se encendió para ponerle un pase magistral a Ortiz que definió con un derechazo implacable.
La lectura del partido que hizo el técnico español Diego Merino al incorporar a Ortiz y López para buscar mayor movilidad en ataque por las bandas tuvo otra recompensa. López ganó un balón suelto por banda derecha, lo encontró y definió el tercero para la historia. Carabobo celebra su primer título y ahora tiene el desafío de lograr la estrella en la final absoluta de este inolvidable campeonato.
Las frases
«Como ha ocurrido durante toda la temporada, uno de los héroes de la victoria granate es el argentino Lucas Mariano Bruera»
“La batalla que ganó Aponte en lo más profundo de su territorio fue trasladada al área rival para construir el triunfo de Carabobo”
«La solución para desbloquear el marcador llegó por avión y con el aporte de Juan Carlos Ortiz, una fiera desde su entrada»
El Real Madrid siempre se reinventa para mantener su dominio absoluto
Ningún equipo en la historia del fútbol ha tenido la capacidad de reinventarse tantas veces y mantener intacto su dominio sobre el terreno de juego como el Real Madrid. Tras los años de gloria de las seis Copas de Europa en la invencible máquina de los años 50 y 60 formada por Di Stéfano, Rial, Kopa, Miguel Muñoz, Puskás y Paco Gento, el equipo merengue volvió a proclamarse campeón absoluto de la Liga de Campeones con Mijatovic, Raúl, Zidane, Roberto Carlos, Cristiano Ronaldo y esta generación que se despide con honor de una leyenda como el alemán Toni Kroos y al mismo tiempo consolida su supremacía con Vinícius, Rodrygo y Jude Bellingham.
Incluso los acérrimos rivales del equipo merengue sienten una admiración envidiable por las muchas formas en que logra ganar partidos cruciales. Pueden estar aturdidos o contra las cuerdas, como ocurrió en la primera parte ante el Dortmund, pero el Madrid siempre saca fuerzas y fútbol para imponer su categoría.
El equipo alemán hizo todo lo posible para adelantarse en el marcador. Enloqueció a la defensa merengue con sus relámpagos contraataques, pero la formidable actuación del portero Thibaut Courtuois evitó con sus intervenciones lesiones de las que lamentar. El Dortmund perdonó sus ocasiones y ya sabemos cuál será el castigo para quienes dejen un rayo de luz a los merengues. La suplencia de Kroos fue la gran responsable de la decimoquinta copa. Metió un balón lejano e imposible en la cabeza de Dani Carvajal que, pese a ser el más bajo del campo, superó a los gigantes bávaros. ¡Así gana el Madrid! …y no hay manera de contradecir la demoledora consigna de la afición merengue.
Ahora el Dortmund también lo sabe, ya que colapsó, perdió la compostura y acabó concediendo el segundo gol en una débil presión de Bellingham que propició el gol de Vinícius y su primer gol en el legendario Wembley. Los nombres de la plantilla cambiaron, Kroos puso fin a su ejercicio magistral como centrocampista total y se retiró con seis Champions en el bolso, pero la próxima temporada vería la esperada llegada del francés Mbappé a la Casa Blanca.
Sin un delantero despiadado como Ronaldo o Benzema, el Madrid se mudó de piel y con un centrocampista convertido en goleador como Bellingham volvió a ganar el torneo más adecuado para los merengues. La llegada de Mbappé exige una nueva reinvención táctica para que encaje en el equipo. Veremos qué se le ocurre a Ancelotti para hacerse con Orejona el día 16.