El Cuerpo de Carabineros confirmó hoy el regreso del uso de la ametralladora Uzi, en medio del debate por una ley que amplía las facultades de la policía chilena en el uso de armas de fuego.
Ese aparato fue retirado del arsenal activo en 2011, luego de que un sargento matara al joven Manuel Gutiérrez, mientras este observaba una protesta convocada por la Central Unitaria de Trabajadores en agosto de ese año.
Tras los hechos, el Segundo Juzgado Militar condenó al suboficial a tres años y 61 días de prisión por el delito, pero luego el Consejo de Guerra redujo la pena a 400 días.
La policía decidió entonces retirar el arma, pero el alto mando confirmó su devolución durante los operativos de vigilancia con motivo del Día del Joven Combatiente, el 29 de marzo.
La Uzi es una ametralladora de origen israelí utilizada principalmente por fuerzas especiales para el combate en áreas cerradas oa quemarropa.
Dependiendo de su modelo, puede usar diferentes cartuchos, desde calibre .22 LR hasta Parabellum de 9 mm.
Aunque su distancia efectiva es corta, entre 50 y 100 metros, su alta cadencia de tiro debido al sistema de cerrojo abierto, que permite entre 600 disparos por minuto en la versión normal, hasta 1.200 en la mini, la convierten en un arma letal. .
Debido a la cadencia de fuego, la precisión de la puntería se ve afectada, por lo que la ametralladora Uzi está más destinada a la contención de grandes grupos y no al combate normal.
El anuncio de su regreso se produce en momentos en que se discute en el Congreso Nacional la cuestionada Ley Naín-Retamal, donde se establece la «legítima defensa privilegiada».
Este concepto, dicen los opositores a esta norma, otorga impunidad a las fuerzas del orden cuando utilizan sus armas de fuego porque consideran que su vida o seguridad corren peligro inminente.