Ese lema, «Recordar es vivir», encaja perfectamente con el reciente éxito de Cañonero en La Rinconada.
Y así lo recordó José Luis D’Angelo Durán en la red social. Volvió a correr después de 6 días y quedó tercero en Mon Chanson. Luego vino el viaje y 21 días después, la gloria al ganar el @KentuckyDerby en @ChurchillDowns”.
Cañonero alcanzó la fama al sorprender en el Derby de Kentucky en mayo de 1971, con la dupla de Gustavo «El Monstruo» Ávila y Juan Arias, un equipo memorable, que le dio al país uno de sus mejores regalos sobre el césped.
Hijo de Pretendre en Dixieland y fue comprado en Keeneland por el venezolano Luis Navas por un precio de $1,200 y luego compró a Pedro Baptista en un paquete con otros dos potros por $60,000.
Luego, en el Preakness Stakes, demostró su calidad de Cañonero al ganar una de sus mejores carreras en Baltimore.
Una historia que culminó con el 4to lugar en el Belmont Stakes, debido a sus dolencias en las pezuñas.