Aún a dos años de poner fin a su destacada carrera de 23 temporadas en las Grandes Ligas, Brooks Robinson visitó la ciudad de Caracas durante una semana en noviembre de 1975.
El recordado tercera base de los Orioles de Baltimore fallecido a los 86 años el pasado martes llegó a Venezuela acompañado de su esposa Connie y dos de sus cuatro hijos, invitados por la empresa Coracrevi que dirige Eleazar Pinto, para asistir a la inauguración de la moderna Escuela Menor de Béisbol. que el famoso entrenador Graciano Ravelo fundó en la urbanización El Valle.
Con una clínica especial a cargo de Robinson, donde ofreció animación y traducción simultánea con su amplio conocimiento de la técnica del béisbol, el famoso periodista deportivo Rubén Mijares, quien fue visitado por cientos de beisbolistas de las distintas ligas capitalinas, inauguró hace casi 48 años que escuela, semillero de Grandes Ligas de donde surgieron, entre otros jugadores, Francisco Rodríguez, Miguel Ángel García, Carlos “Beto” Méndez, Alejandro Prieto y Carlos Subero.
Robinson ofreció otras dos clases magistrales sobre cómo jugar a la pelota durante su gira por Caracas.
La Planicie y la UCV
En uno de ellos visitó los estadios menores de béisbol del Llano, donde compartió con un nutrido encuentro de chicos pertenecientes a clubes de Limenor, Liga Distrital, Criollitos de Casalta y otras entidades que habitaron estas instalaciones de la parroquia 23 de Enero.
Luego estuvo en la meca del béisbol en el capitalino estadio Ciudad Universitaria de Los Chaguaramos, donde hizo una gran combinación en las actividades de enseñanza técnica junto a Remigio Hermoso frente a jugadores de todas las edades, desde preescolar hasta veteranos del famoso club. Equipo de béisbol ucevista que reúne todos los miércoles su tradicional caimanera y un buen grupo de entrenadores.
Y como la temporada del béisbol profesional venezolano estaba en pleno desarrollo, aunque en el certamen 1975-76 no hubo pelota en la capital por el impasse de Leones y Tiburones con la UCV, por el arrendamiento del estadio que provocó que Caracas y La Guaira jugaran en Acarigua como Tibuleones, aprovechó para ver un «partidito» en Maracay, animado por Mijares, para saludar al equipo visitante de Tigres: Águilas del Zulia, dirigido por su excompañero de los Orioles de Baltimore, Luis Aparicio.
Tras su paso por Venezuela, disputó 95 partidos más con los Orioles en las ediciones de 1976 y 1977 para completar su legendaria carrera, marcada por su excelencia defensiva como esquinero caliente. Su desempeño en esa posición fue tan sobresaliente que fue etiquetado como el «Aspirador Humano» por su capacidad para recoger de manera confiable todos los golpes que circulan por sus instalaciones.
Robinson también fue un bateador oportuno, entre los menores de su época. Logró 2.848 hits, incluidos 268 jonrones, y remolcó 1.375 carreras en 2.986 juegos.
En la postemporada, incluidas cuatro Series Mundiales (1966, 1969, 1970 y 1971), bateó .303 con 5 jonrones y 22 carreras impulsadas.