Brasil empató ayer 3-3 con España en el tiempo añadido en un amistoso que se convirtió en una reivindicación contra el racismo en apoyo a la estrella brasileña Vinicius, a quien su joven compañero Endrick le robó algo de protagonismo.
España se adelantó en el Santiago Bernabéu con dos goles de penalti de Rodri (12, 87) y otro de Dani Olmo (36), pero Brasil acabaría empatando con el gol de Rodrygo (40); Endrick, héroe brasileño en Wembley el sábado (50), y otro penalti, anotado por Lucas Paquetá (90+6).
En su 'casa' del Santiago Bernabéu, Vinicius, que capitaneó a su equipo para la ocasión, fue recibido con un gigantesco aplauso mientras su nombre sonaba por la megafonía del escenario.
Con igual fervor fueron recibidos los nombres de Rodrygo, otro héroe de la afición madridista, y el del joven Endrick, que vestiría de blanco la próxima temporada.
El joven de 17 años entraría en la segunda parte para alegría de la afición, muchos madridistas este martes, que esperarán verle seguir marcando de blanco.
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Vinicius, protagonista en vísperas de una emotiva rueda de prensa pidiendo mayor firmeza en la lucha contra el racismo, formó el ataque con Rodrygo y Raphinha para sorprender a la Roja, pero le costó entrar en partido. Fue un partido que se caracterizó por un fútbol colorido y alegre.
EFE