El Instituto de Geografía y Estadística (IBGE) de Brasil presentó los datos sobre los niveles de desigualdad en el país, registrando una reducción – por primera vez en 10 años – en 2022.
Sin embargo, indican que sigue siendo muy alto en comparación con otros países del mundo.
En particular, el indicador de desigualdad cayó en Brasil de 0,544 puntos en 2021 a 0,518 en 2022.
El IBGE atribuyó la reducción de la desigualdad al hecho de que 2022 fue un año electoral, en que el Gobierno (en ese momento era Jair Bolsonaro) anunció diversas ayudas financieras a los más pobres, y a una mejora en el mercado del trabajo
«Hemos visto una reducción significativa de la desigualdad entre 2021 y 2022, pero sigue siendo un valor muy alto en comparación con otros países», dijo el IBGE, citado por Xinhua.
El IBGE, como todos los países, toma el llamado índice Gini de la renta per cápita de la familia.
El índice varía de 0 a 1. Cuanto más cercano a 1, mayor es la desigualdad en un país.
En ese sentido, destacan que hubo un aumento en el ingreso promedio mensual, sin embargo, se registró una excepción en los sectores más ricos (que conforman el 1% de la sociedad brasileña), que cayó del 0,3%.
En el 5% más pobre, el ingreso mensual promedio per cápita fue de 87 reales (17,6 dólares) en 2022.
En el siguiente rango, entre el 5% y el 10% de menores ingresos, el aumento fue de 47,5 por ciento, hasta 239 reales (48 dólares).
El grupo de los que tienen ingresos entre el 10% y el 20% los más pobres, a su vez, tuvo un aumento del 22,7%, con un total de 378 reales (76,5 dólares).
En el otro extremo, en el grupo entre el 95 y el 99 por ciento más rico, el aumento de los ingresos fue del 0,5 por ciento, a 6.882 reales (1.394 dólares).
En cuanto al ingreso familiar real, la agencia precisó que el promedio per cápita llegó a 1.586 reales (321 dólares) en 2022, un aumento de 6,9 % con respecto a 2021, cuando registró el valor más bajo (1.484 reales o 300 dólares) de la serie histórica . comenzó en 2012.
Además de las ayudas económicas, también contribuyó la mejora del espacio de trabajo, ya que la población ocupada aumentó un 8,8%.
«La reducción de la desigualdad fue una combinación de ambos, la mejora del mercado laboral y programas sociales de mayor valor. De tal manera que tenemos el índice de Gini más bajo para el ingreso laboral y el Gini más bajo para el ingreso familiar», aseguró el IBGE. .