El conflicto en torno a Ucrania ha expuesto las diferencias entre Occidente y otras partes del mundo, y existe el riesgo de que esta división se convierta en una fuerte escisión, ha escrito en su blog el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE). jose borrell.
La unidad transatlántica y el Grupo de los Siete estuvo acompañada por una división política más grande con el mundo emergente, dijo el alto funcionario, citando las palabras del exsecretario de Relaciones Exteriores británico. David Miliband.
«La brecha entre Occidente y el resto va más allá de los aciertos y errores de la guerra. Más bien, es el producto de una profunda frustración —en realidad, ira— por la mala gestión de la globalización por parte de Occidente desde el final de la Guerra Fría.«, el escribio.
Según Borrell, las diferencias en la percepción de la crisis ucraniana provienen de distintas historias, geografías, prioridades políticas, etc., pero “el problema es más profundo”.
«Hay un sentimiento general (…) de que el llamado ‘Occidente’ ha sido inactivo y egoísta cuando se trata de una serie de temas clave que entran bajo la rúbrica de la justicia global: alivio de la deuda, financiación del clima, la reforma del mundo, las instituciones financieras internacionales y, en definitiva, los asientos e influencia en las mesas de decisión más importantes del mundo”, destacó.
En este contexto, Borrell instó a Occidente a «tomarse en serio las expectativas y quejas de los países emergentes». «No solo porque queremos su apoyo para la votación de la ONU en Ucrania, […] pero sobre todo porque en este mundo estamos librando una batalla de narrativas y, más aún, una batalla de ofertas».
Fuente: Sputnik/RT
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