Hace veinte años, hoy, la capitana Jenny Coromoto Jiménez, directora de infraestructura del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, recibió su diploma luego de culminar con éxito su plan de estudios en la ex Escuela Naval Cufoen de Venezuela. En aquellos días, nunca pensó que le encargarían diseñar una obra que la posteridad admiraría por su trascendencia histórica y sinceridad.
De hecho, y como quiso el destino, su ascenso fue bautizado como Batalla Naval del Lago de Maracaibo.
“Es un motivo de orgullo porque estoy celebrando 20 años de servicio y mi ascenso tiene el mismo nombre: Batalla Naval del Lago de Maracaibo”, dijo emocionado tras la línea telefónica. “Diseñar y crear una pieza que pasará a la historia –añadió- y que además celebre un hecho histórico, una batalla que ganamos, es un sueño hecho realidad”.
Habiendo vivido en Caracas desde enero de 1976, Jiménez recibió órdenes de sus superiores, y cuatro meses después, las artísticas velas del monumento recogieron la brisa de la tarde como la que había soplado las velas patrióticas doscientos años antes, desarmando por completo al equipo realista aquel 24 de julio de 1823.
Detalles técnicos
“Se han tomado consideraciones técnicas, de acuerdo con los requisitos de la norma Covenin y recomendaciones relacionadas con la higiene y seguridad en el espacio abierto de disfrute público en un área de 6,500 metros cuadrados, en el parque La Vereda del Lago”, dijo el funcionario.
Chú ý đến yêu cầu của chỉ huy cấp trên, kiến trúc sư và giám đốc cơ sở hạ tầng, Thuyền trưởng tàu khu trục nhỏ Jenny Jiménez, giám đốc dự án của quân đoàn kỹ thuật Hải quân Bolivar, Trung úy tàu khu trục Ángel Martínez Belisario, giám sát việc xây dựng các yếu tố đ ể sử dụng và tương tác lịch sử của du khách, những người khi đến nơi sẽ tìm thấy các sự kiện, được kể l ại trong hành trình của họ và ngay trước mắt họ, như thể đó là phép thuật kiến trúc.
“Para las estructuras -cuenta Jiménez- se utilizaron técnicas de hormigón armado y estructuras metálicas. Los extremos norte y sur cuentan con elementos acabados en piedra natural, obra limpia y una superestructura con perfiles metálicos y tubulares.
como si fueran hormigas
La laboriosidad de estos insectos equivale al trabajo que pusieron las manos los hombres y mujeres, cuando se recibió la orden, “para terminar el piso se extendió adoquín en 4.600 metros cuadrados y por las condiciones climáticas de la zona se extendió pasto artificial en 520 metros cuadrados”, dijo el militar venezolano.
En un área de poco más de 700 metros cuadrados, se muestra la batalla. El cinetismo se siente en la intención del autor, cuando se utilizan mosaicos que simulan la superficie de un lago patriótico y bicentenario. “Se ha construido una pasarela con una inclinación de casi tres grados para la accesibilidad de personas con problemas de movilidad; conectando espacios para facilitar la interacción de la audiencia”.
“Se diseñaron tres barcos para el sector sur, en representación del equipo patriota, y tres para el sector norte, en representación del equipo realista. Cada uno tiene diez, ocho y seis metros de altura”, dijo la oficial, y la imaginamos levantando los brazos hacia el cielo, tocando la punta del mástil que imaginaba.
La forma de las naves, en esta obra de arte estructural, es metálica y tubular.
“Se han localizado dos estructuras; Uno de ellos simboliza la rendición al cargo de mi General Simón Bolívar y un mástil naval de más de 12 metros de altura será utilizado para izar la bandera de Venezuela, marcando nuestra independencia”, dijo con sincero entusiasmo.
Cien años de honor
En la obra participaron 35 integrantes de la composición y tres compañías civiles de la capital zuliana. Para la capitana de fragata y el arquitecto fue un sueño hecho realidad y en sus propias palabras “eso es de suma importancia, diría enorme, porque hemos cristalizado un proyecto inspirado en el mar, con una fusión de modernidad e historia, y que logra la interacción perfecta entre visitante e historia”, eso es muy reconfortante. Historia, arte y técnica se dan la mano en una sola obra para mostrar a la posteridad lo que hicieron algunos hombres y mujeres hace doscientos años, en las aguas del lago de Maracaibo.
Interactiva entre el público y la historia, una «Plaza de Los Ilustres» honra a los héroes: Almirante José Prudencio Padilla; Capitán Renato Beluche; General Manuel Manrique; TN Pedro Lucas Urribarrí Prieto y el General Lino de Clemente; un muro en bajorrelieve con las cuatro cuerdas de la Batalla Naval del Lago, donde habrá ilustraciones de la batalla; Lago Heroico y Rosa de los Vientos forman una composición pensada para reunir a la familia venezolana, en torno a un espacio que canta Libertad e Independencia a los cuatro vientos.
O como nos dijo la capitana de fragata Jenny Jiménez al despedirse, “es una arquitectura que combina elementos urbanos e históricos, exaltando a mi país y el amor que le tengo a mi Armada venezolana”.