El Barcelona se proclamó campeón de LaLiga ayer domingo tras vencer al Espanyol en el RCDE Stadium en un derbi urbano.
El planteamiento local fue discutir el balón con los de Xavi Hernández y la receta se vino abajo. El partido fue un monólogo para el Barça, que no desaprovechó la oportunidad de empatar el título, mientras los loros jugaban sus cartuchos para salvarse.
Lewandowski marcó el primero, en el minuto 11, al astillar con precisión una asistencia de Balde.
El derbi azulgrana se pintó por completo pronto. En el minuto 20, Balde, de nuevo protagonista, puso el segundo de la noche. Superó con facilidad la marca de Óscar Gil, recibió un medido centro de Pedri, que despejó la defensa, y puso el 0-2 en el RCDE Stadium.
El Barcelona era dueño del balón y el Espanyol se encerraba en su campo, lo que ayudó al polaco a marcar su segundo gol de la noche, de nuevo y tras la asistencia de Rafinha, en el 40′.
En la segunda mitad, el ataque azulgrana continuó. En el 53 con un cabezazo de Koundé tras un centro de De Jong, los azulgranas sentenciaron el partido.
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Los blanquiazules no han presentado credenciales para volver. Además, Ter Stegen, en las pocas incursiones del Espanyol, como dos uno contra uno de Nico Melamed y Puado, se mostró impenetrable bajo los tres palos.
Las alegrías hasta para los de Luis García llegaron muy tarde. En el 73, Puado remató por encima del portero alemán y, tras consultar con el VAR, hizo el 1-4. Joselu, en el descuento, metió el segundo a la bocina.
A falta de cuatro fechas, el Barcelona ha conseguido su 27º título de Liga.
EFE