Hay consternación en San Luis por la violación que sufrió Willson Contreras.
El joven catcher, oriundo de Puerto Cabello, que pasado mañana lunes cumplirá 32 años, sufrió una fractura en el brazo izquierdo por un golpe accidental de JD Martínez, de los Mets. Simplemente hizo swing a un lanzamiento, conectando no con la pelota sino con el antebrazo del criollo.
Un receptor común y corriente, como Willson, que batea 280, se pierde minuto a minuto, lo que está sucediendo ahora en esas granjas de Missouri.
Los médicos confirmaron ayer que, tras la exitosa operación, esperan que el niño vuelva a la acción a mediados de julio.
El manager Oliver Marmol, originario de Orlando, dijo:
«Incluso cuando sabes que las lesiones son parte del juego, cuando pierdes a un jugador de la talla de Willson, es una preocupación, incluso cuando sabes que pronto volverá a la alineación».
Por supuesto, los Cardinals valoran las habilidades del bonaerense, por lo que el 9 de diciembre de 2022 lo firmaron por $87.500.000 por cinco temporadas.
Y la situación actual de ese equipo necesita de la presencia de su receptor número uno en la alineación, para salir del lío en el que están. Los Cardinals están últimos en la División Central de la Liga Nacional, debajo de Cerveceros, Cachorros, Piratas y Rojos. De los primeros 36 encuentros, el club sanluisino perdió 21.
Sin embargo, el directivo Mármol ha dicho a la prensa puntana que «lo más importante es la salud de Willson, por lo que posiblemente sea enviado a las menores por unos días cuando esté en periodo de recuperación».
Willson estuvo para los Cachorros de 2016, cuando ganaron la Serie Mundial y también ha aparecido en tres Juegos de Estrellas, 2018, 2019 y 2022.
Detalle personal: Willson Contreras es uno de los pocos que escribe ese nombre con dos L. Tanto los que se llaman Wilson como los que llevan ese apellido suelen utilizar una sola l.
Ahora, en la familia Willson, todos son doble L. Papá, William y hermanos, Willmer y William. La madre no, la señora se llama Olga, así con un solo ele.
William también es receptor de Grandes Ligas con los Cerveceros.
“Las intenciones, por muy buenas que sean, pueden causar mucho daño”… Anónimo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso a un lector como tú.