Sam Mayall es un marinero de toda la vida y ex oficial de cubierta de embarque. Dice que los accidentes son muy comunes y muchas veces mortales y decide crear una empresa para mejorar el sistema de seguridad.
La startup escocesa que Mayall fundó en 2017 cuando solo tenía 22 años ahora trabaja con la Guardia Costera de EE. UU.
Mayall espera que los rescates sean más rápidos para las víctimas y más seguros para los equipos de emergencia.
«Muchas de las tecnologías que se utilizan hoy en alta mar son las mismas que han existido aquí durante los últimos 50 años», señaló Mayall.
Con la ayuda de inteligencia artificial y tecnología inteligente que puede mejorar la seguridad marítima, la empresa Zelim está trabajando en un trío de dispositivos que pueden salvar vidas, incluido un barco de rescate autónomo y no tripulado llamado «Guardian».
«Los marineros ya no deberían poner en riesgo sus vidas para salvar a la gente», afirmó Mayall. «Creemos que podemos establecer un nuevo punto de referencia en materia de seguridad».
Ellos «custodian» el bote salvavidas
Guardian todavía está en desarrollo, pero las tecnologías de detección y transporte de Zelim ya se están poniendo a prueba.
El sistema de detección de IA de Zelim para identificar a las víctimas, así como una cinta transportadora Swift para sacar a las personas del agua.
El barco cuenta con comunicación bidireccional a bordo para que una vez rescatada la víctima pueda hablar con un equipo de telemedicina que ofrece orientación en primeros auxilios hasta que el barco pueda llegar a una embarcación más grande.
«Aproximadamente el 80% de las muertes se producen en los primeros 30 minutos, por lo que es fundamental que uno tenga la capacidad de ayudarse a sí mismo cuando esté en el mar», añade.
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