El expresidente de Uruguay José Mujica (2010-2015) anunció este lunes en conferencia de prensa que tiene un tumor en el esófago.
«Quiero informarles que el viernes pasado fui al Casmo (centro hospitalario) para un chequeo en el que me descubrieron que tengo un tumor en el esófago, que evidentemente es algo muy grave y que es doblemente complejo en mi caso, porque padecí una enfermedad inmunológica hace más de 20 años», dijo.
«Mientras pueda, seguiré siendo activo y divirtiéndome con las verduras. Mientras el ambiente se mantenga, continuaré», añadió.
Pepe Mujica anunció que tiene un «tumor doble complejo en el esófago» debido a que padece «una enfermedad inmunológica». Su mensaje en estas horas: «La vida es bella, se gasta y se va. El motor del negocio es volver a empezar cada vez que uno cae. Si hay rabia que… pic.twitter.com/z6hvRLMfsS
—Marco Teruggi (@Marco_Teruggi) 29 de abril de 2024
«Pepe» Mujica en la historia de Uruguay
Llegó a la presidencia de Uruguay en 2010 con una reputación que lo precedía: militante convertido en político que prometía un enfoque diferente de la política del país.
Durante su mandato, que se extendió hasta 2015, Mujica dejó una huella imborrable en la historia uruguaya y se convirtió en un ícono reconocido en todo el mundo por su estilo de vida modesto e ideas progresistas.
Una de las características más notables de la presidencia de Mujica fue su estilo de vida frugal y su rechazo a los lujos del poder.
Eligió vivir en su modesta finca en las afueras de Montevideo en lugar de la residencia presidencial, donando gran parte de su salario a programas sociales.
En términos de políticas públicas, Mujica implementó varias reformas progresistas que marcaron una diferencia significativa en la sociedad uruguaya.
Uno de los logros más destacados fue la legalización y regulación del mercado de la marihuana, convirtiendo a Uruguay en el primer país del mundo en hacerlo.
Impulsó políticas de inclusión social y redistribución de la riqueza, intentando reducir la desigualdad en Uruguay.
Implementó programas de asistencia social que beneficiaron a los más necesitados y aumentó el gasto en educación y salud.
Su gobierno también legalizó el matrimonio igualitario y garantizó los derechos reproductivos, convirtiendo a Uruguay en un líder en cuestiones de derechos humanos y progreso social en América Latina.
En cuanto a la economía, Uruguay ha experimentado un crecimiento moderado durante el mandato de Mujica, pero persisten desafíos como la inflación y el desempleo. Algunos críticos argumentaron que su enfoque en las políticas sociales podría haber pasado por alto la necesidad de impulsar la inversión y la productividad.
Al final de su mandato, Mujica dejó la presidencia con un alto índice de aprobación y un legado que trasciende las fronteras de Uruguay.