Luis Arráez se fue en blanco por decimoquinta vez esta temporada y entró al receso del Juego de Estrellas bateando .383 en 86 juegos jugados.
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Aunque es siete puntos menos que lo que entró el mes de julio; En el momento en que proyectaba terminar más arriba, sigue siendo un gran promedio y, en todo caso, un gran símbolo de consistencia en medio de una cosecha que tiene la historia de la persecución venezolana.
Sin embargo, la marca de .383 se ubica como el decimoquinto mejor promedio en una primera entrada desde 1941 y el quinto mejor en toda la era de los comodines, es decir; desde 1995. Por delante de él durante los últimos 83 años, por supuesto, está Ted Williams, quien se tomó un descanso en el clásico de mitad de temporada de 1941 y bateó .405. Seguido por:
- Musial Stan, .403 (1948)
- Varilla Carew, .402 (1983)
- Larry Walker, .398 (1997)
- Tommy Holmes, .396 (1945)
- Juan Olerud, .395 (1993)
- Varilla Carew, .394 (1977)
- Tony Gwynn, .394 (1997)
- Andrés Galarraga, .391 (1993)
- Nomar Garcíaparra, .389 (2000)
- Ted Williams, .388 (1948)
- Darin Erstad, .384 (2000)
- Tony Gwynn, .383 (1994)
- LUIS ARRÁEZ, .383 (2023)
Como podemos ver, ese es también el segundo mejor promedio entre los nativos, solo superado por la marca de .393 de Galarraga en 1993, quien con una segunda mitad de .342 terminó bateando .370 y ganando el primer título de bateo para un venezolano en el mejor beisbol del mundo
Queda en los libros de historia
Asimismo, sus 126 hits lo sitúan en el puesto 15 en los últimos 23 años y el tercero en mayor número de un criollo, detrás de José Altuve (129 y 130) en 2018 y 2014, así como de los 132 de Miguel Cabrera en 2013, año de su segundo MVP con los Tigres de Detroit.
Pero se mire como se mire, lo que haga Arráez pasará a los libros de historia. Bueno, le tomó 23 años a alguien batear más de .380 y dentro de una MLB donde dominan las conexiones de cuatro esquinas, lo que sin duda le da una mayor ventaja a Yaracuyano, para marcar la diferencia en medio de tanto poder.
Aún así, está entre los 21 bateadores desde 1995 con un OPS superior a .900 (es exactamente de .905) y 22 extrabases o menos antes del Juego de Estrellas. Nos cuentan que a pesar de ser un bateador de contacto y batear muchos sencillos, Arráez es capaz de hacer conexiones de todos los calibres.