El presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció este viernes que «grupos armados» tomaron tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, la unión y bastión político del líder indígena Evo Morales en el centro del país, y calificó este hecho como «traición». de la patria».
«Denunciamos ante el pueblo boliviano y la comunidad internacional que grupos armados vinculados a Evo Morales han tomado tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, manteniendo como rehenes a militares y sus familiares, y amenazando sus vidas», escribió Arce en línea.
El presidente sostuvo que la adquisición de una instalación militar «por parte de grupos irregulares en cualquier parte del mundo es un delito de traición a la Patria» y una «afrenta» a la Constitución, a las Fuerzas Armadas y «al propio pueblo boliviano, que rechaza a los criminales». «. bloques, y también estas acciones criminales».
Arce deploró la retención del ejército por parte de estos regimientos, ya que no han intervenido «en ninguna operación» y sólo están protegiendo a sus unidades.
«Estos (los agentes detenidos) son de origen popular, y muchos también tienen la raíz originaria indígena, como los policías que estos grupos irregulares disparan con armas letales y lanzan dinamita», dijo.
La toma del cuartel se produjo luego de que el gobierno procediera este viernes al levantamiento de los cortes de carreteras, que desde hace 19 días ejecutan los sectores opositores al gobierno de Arce.
La medida de presión también pide que se retire el proceso judicial contra Evo Morales, para pedir una solución a la situación económica del país y defender la candidatura presidencial del líder oficialista para las elecciones de 2025.
Arce denunció además que la ocupación de unidades militares incluye la toma de zonas «donde se encuentran armas militares, lo que constituye un hecho criminal absolutamente reprobable y alejado de cualquier legítima demanda social del movimiento campesino indígena originario».
«Estas acciones estrangulan económicamente al pueblo boliviano (…) que buscan alterar el orden público legalmente constituido y nuestra democracia, con el único fin de acortar nuestro mandato, imponer una candidatura inconstitucional y obtener impunidad en los procesos judiciales», señaló afuera.
Agregó que, «como Gobierno democráticamente elegido», seguirá actuando para «restaurar el orden público, salvaguardando la vida de los bolivianos, la paz social, y también el derecho del pueblo a la libre circulación, al trabajo, al acceso al combustible, a la alimentación y medicamento».