El último partido de la Copa Libertadores dejó un caudal de experiencias encantadoras, sin atenuantes, pero como no todo puede ser para mal, también hay algunas cosas que aprovechar.
Y ponemos un ejemplo: en Brasil, la designación de Carlo Ancelotti, actual entrenador del Real Madrid, estaba lista para dirigir al equipo verdiamarillo. Sin embargo, la victoria de Fluminense sobre Boca Juniors ha aumentado las esperanzas de Fernando Dinis, el joven técnico del equipo ganador, de ser el que esté al mando.
Aunque temporalmente y con resultados contrastantes, ya resulta insatisfactorio para el cinco veces campeón del mundo. Se ha planteado entonces un dilema en la Federación Brasileña de Fútbol: ¿continuamos las conversaciones con el italiano o damos por zanjado el asunto? Bueno, mientras tanto, hablemos del juego.
Pensamos que era de calidad cuestionable. Emociones e ilusión a un lado, hemos visto dos equipos en los que es difícil destacar a un jugador. Y no pudimos evitar volver a los días en que pocos hombres dejaban sus equipos en Brasil y Argentina para ir a Europa en busca de fama y dinero.
Imaginemos por un momento a Fluminense y Boca Juniors con algunos de los valores persiguiendo balones en ese continente por estos días. ¿No elevaría eso el nivel de los mejores equipos de Sudamérica? Caídas, balones perdidos, indecisión, no saber hacia dónde ir; Todo eso lo vimos en la Gran Final. Pero, bueno, al final de todo, eso es lo que tienes, y con eso tienes que seguir o morir, por mucho que valga la metáfora del fútbol.
Y reconozcamos el deporte brasileño. Mientras Fluminense disputaba la Copa Libertadores, los deportistas consiguieron 205 medallas, 66 de oro, en los Juegos Panamericanos de Chile, superados sólo por la indiscutible superioridad de Estados Unidos, con 286 y 124 de oro.
Y hacemos esta referencia para recordar los Juegos de Caracas de 1983: en aquel encuentro Venezuela, con 12 medallas de oro, compitió con Brasil, que alcanzó el 14, cuarto lugar entre los países participantes. Hoy, los deportistas criollos ocuparon el puesto 10, con ocho premios.
¿Cómo explicar esta diferencia? ¿Por qué Brasil avanza y Venezuela se mantiene en el tiempo? ¿Quién presenta los argumentos? Por cierto, Cuba, segunda en el 83 con 79 oros, ahora es quinta con 30 títulos, y Colombia, novena en Caracas con oros, ahora es sexta con 29. ¿Qué pasó?
Te veo allí.