Este domingo se aprobó en Naciones Unidas el Pacto para el Futuro, un documento no vinculante que abre la puerta a una reforma del Consejo de Seguridad, una reformulación de la arquitectura financiera de la institución y nuevas regulaciones para los avances tecnológicos.
Después de 18 meses de negociaciones entre los Estados miembros, el Pacto del Futuro «sentará las bases para un orden mundial sostenible, justo y pacífico para todos los pueblos y naciones», afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres, en su discurso de apertura.
La intervención del político portugués, que destacó la necesidad de «salvar el multilateralismo del abismo» en un mundo donde los conflictos han proliferado, se produjo inmediatamente después de que la delegación rusa refutara el texto del documento, argumentando que no consideraba «que sea Occidente que no cumple con sus obligaciones en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible».
«No hubo ninguna reunión en la que todas las delegaciones se sentaron a estudiar el documento párrafo por párrafo. Las enmiendas se presentaron sólo para beneficiar a los países occidentales. Esto no puede llamarse multilateralismo. Es un gran fracaso para el principio de la ONU de soberanía igualdad de los Estados», habían declarado desde la representación rusa en la intervención inicial de la primera sesión oficial de la Cumbre del Futuro.
Este intento de enmienda, que fue apoyado verbalmente in extremis por otras delegaciones como la de Venezuela (que también representa a Irán y Siria), llevó al Grupo Africano (liderado por el Congo) a presentar una moción para no tener en cuenta la propuesta rusa. .
La moción a favor de no incluir la enmienda de Rusia contó con el apoyo de 143 países, 15 abstenciones y 7 votos en contra (la propia Rusia, Sudán, Corea del Norte, Nicaragua, Irán, Siria y Bielorrusia).
El Pacto de Futuro, que también pretende allanar el camino para reformar el Consejo de Seguridad en su intento de convertirlo en una entidad «más representativa e inclusiva», incluye directrices comunes en cuestiones como el cambio climático, la seguridad, los derechos humanos y la gobernanza global. .
«No podemos crear un futuro adecuado para nuestros nietos con un sistema construido por nuestros abuelos», afirmó Guterres en la sesión.