Álvaro Morata empezó su aventura en Milán con un empate (2-2) ante el Torino, pero ya recibió elogios en su día de debut.
El español entró en la última media hora de partido y lideró la respuesta de los rossoneri, que evitaron la derrota sobre la bocina y abandonaron el terreno de juego aplaudidos por los tifosi, pese a no haber empezado con la victoria.
La primera sorpresa de la noche fue el once de Paulo Fonseca, que decidió apostar por Saelemaekers en el lateral izquierdo, dejando fuera a Theo, y por Jovic en la delantera, empezando por Morata en el banquillo.
Leao sí fue titular y dispuso de las mejores ocasiones para los locales, pero le faltaron goles. Lo mejor llegó en el minuto 41, cuando con una gran corrida se quedó mano a mano con Milinkovic-Savic, que neutralizó su disparo raso.
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El gol habría puesto el 1-1, ya que el equipo de Vanoli, varias veces peligroso con Duvan Zapata, abrió el marcador en el minuto 31 con un gol en propia puerta de Thiaw tras un cabezazo de Bellanova.