Una nueva página en la historia del béisbol venezolano se escribió la noche del viernes, esta vez en el maracaibo Luis Aparicio «El Grande» y escrita por Alex Romero. El jardinero conectó el hit número 1.000 de su carrera y registró su nombre en la élite de la LVBP.
A sus 40 años y con 984 juegos en su haber, se convirtió en el décimo jugador en lograr tal hazaña en el béisbol criollo, iniciado en 1946. Ahora se codea con Vitico Davalillo, Robert Pérez, Teolindo Acosta, César Tovar, Luis” Camameón” García, René Reyes, José Castillo, Tomás Pérez y Luis Sojo.
Es una leyenda. Nunca tuvo eso en mente y aún cuando se acercó pensó que no tendría fuerzas suficientes para llegar allí, pero lo hizo, aferrado a Dios y con lo único que te puede ayudar a jugar durante 23 años, mucho. de disciplina.
«Estoy feliz por la oportunidad que Dios me dio de poder cumplir este objetivo, que para mí -desde que comencé a jugar- parecía inalcanzable», admitió Alex Romero, en declaraciones compartidas por el feroz equipo de prensa.
«Quien te diga que desde que empezaron han pensado en 1.000 hits, te miente… No es nada fácil, es mucha disciplina, esfuerzo y trabajo», añadió, insistiendo en que la clave de este logro estaba trabajando para quedarse. saludable.
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En sus más de dos décadas como jugador de la LVBP, el bate muchas veces tuvo la última palabra, siempre estuvo listo para los grandes momentos y gracias a ello tiene cinco anillos de campeonato en casa.
Aún así, admite que no había sentido tanta presión, quería estar en el grupo de los 1000, pero sabía que no tenía mucho tiempo y eso complejizó todo.
«Hacía mucho tiempo que no sentía este tipo de presión, son muchas emociones encontradas, el golpe número mil, jugando mi última temporada, pero gracias a Dios pude llegar a la meta», dijo Zulián, quien se encuentra en su novena temporada con los Raptors.
– El año ha tenido altibajos. Cuando sabes que es tu última temporada, entrenas diferente, estás en el banquillo y ves los casilleros diferente, ves el juego diferente… Es un contraste muy difícil”, admitió.
Mirando hacia atrás, entendió que todo llegó en el momento justo, rodeado de amigos, en el estadio de su querido Zulia y en presencia de su familia, a quienes dedica esta hazaña.
“Esto es para mi familia que creyó en mí desde el primer día de mi contrato, cuando me convertí en profesional”, afirmó Alex entusiasmado.
“Y por supuesto a Tigres de Aragua, que fueron la primera organización que me abrió sus puertas, y a mis Águilas del Zulia que nunca dejaron de creer en mí”, concluyó el guardabosques, quien también está en camino de retirarse bateando .300.