Han pasado 31 años desde que nos despedimos. Héctor Lavoe, cantante de cantantes, Fania salsera. El hombre que le ponía sabor a las canciones de salsa murió un día como hoy de 1993 en Nueva York.
A pesar de su éxito, el traductor de El Cantante, que no tuvo una vida fácil, murió de un infarto. Héctor nació en Puerto Rico y amó la música desde muy pequeño.
Poco a poco se dirigió a Nueva York, deseando llenar los espacios en blanco. Él canta, así que no sólo canta salsa, hace boleros, sigue cantando todas las canciones.
La vida del cantante fue dura y plena, las drogas y el tabaquismo fueron sus compañeros. Cantante con nombre real Héctor Juan Pérez Martínez Al mismo tiempo, cuando hubo éxitos, también hubo grandes fracasos. Nilda «Puchi» Románera una amiga, una esposa y una persona que conocía a Héctor desde muy pequeño.
Sin embargo, hubo circunstancias que marcaron su vida, entre ellas la muerte de su padre en 1987, pero luego el jueves 7 de mayo de 1987 falleció su hijo. Un joven de 17 años recibió un disparo en el sótano de la casa. Arruinó la vida de Héctor Lavoe.
La muerte del conocido joven «Tito» fue uno de los duros golpes para él artista Héctor. Después de eso, Héctor perdió su apartamento en Queens. La muerte de su suegra Gina de Roma dejó una huella en él.
Saludo al cantante de cantantes
La vida de Héctor se había convertido en una pesadilla ya que ya estaba luchando contra las drogas y el SIDA. Dormía poco, sus actuaciones eran reducidas y nadie quería contratarle porque podía llegar tarde a los conciertos.
Héctor salta del piso de ventas del hotel y sobrevive golpeándose contra el aire acondicionado. Los empresarios pensaron dos o tres veces durante esos años que aparecía bajo los efectos de las drogas.
Un día como hoy, su cuerpo ya cansado y derrotado murió, se conoció la noticia desde Nueva York. En Venezuela, tras la muerte de Héctor, las emisoras prepararon programas especiales.
A partir de esos años, en 1993, Héctor se convirtió en una leyenda de la salsa, una persona inmortal. Incluso un ser querido que canta felizmente para muchos. Como lo hizo en la introducción de Mi Gente.
Con sus trajes de cuadros, gafas marrones y siempre cantando alegremente para todos. Héctor se ha convertido en un símbolo de la salsa y su foto está en todas las salsotecas, como rindiendo homenaje a quien acompañó el género con su voz.
Héctor en Venezuela
Sigue siendo un ídolo, muchos recuerdan sus actuaciones en nuestra Plaza de Toros, sus conciertos en aquellos años eran una auténtica fiesta. Muchos de estos, junto con las Estrellas de la Fania, fueron uno de los géneros que dominaron la salsa.
Hoy, muchos de sus seguidores escuchan, cantan y bailan sus canciones. Siguen hablando de amor y desamor como el Periódico de Ayer, hasta publicaban esquelas en los periódicos.
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