El presidente de Argentina, Javier Milei, en una transmisión de radio y televisión, destacó supuestos éxitos económicos, incluido un superávit presupuestario. Estas declaraciones fueron respondidas con golpes de guisantes y cacerolas en señal de protesta.
En un intento de justificar su programa económico, el presidente anunció que durante el primer trimestre de 2024, Argentina alcanzó, por primera vez en 16 años, un superávit fiscal, es decir, que el gobierno recaudó más de lo que gastó, lo que el Presidente definió como un «milagro económico».
En cualquier caso, el presupuesto fiscal se sustenta en el recorte del gasto público, que incluye las jubilaciones, la paralización casi total de las obras públicas, su consecuente impacto negativo en la industria de la construcción, además de los recortes presupuestales a las instituciones educativas.
En cambio, el Gobierno autorizó aumentos de hasta el 500% en las tarifas de los servicios de electricidad, agua y gas, lo que imposibilitó el pago de muchos usuarios.
Esta precariedad económica generó «estruendos» y gritos de descontento que surgieron de una gran cantidad de edificios residenciales de la capital, Buenos Aires, en respuesta a las declaraciones de Milei.
🗣 Protestas
La difícil situación económica explica, en parte, la #Cacerolazos que estalló desde balcones y ventanas de la ciudad de Buenos Aires apenas terminó la cadena nacional de Milei.
🗣 «¡Mentiroso!», «¡Vendiendo humo!», «¡Ladrón!» pic.twitter.com/06heQBOptI
— RT en español (@ActualidadRT) 23 de abril de 2024
Fuente: RT
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