Madrid.-El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) presentó este miércoles un manual para los intérpretes que participan en procedimientos de asilo, profesionales con un rol «nuclear» y muy «complejo» que deben combinar la neutralidad inherente a su función con la empatía. necesario para tratar con personas en situación de extrema vulnerabilidad.
Así lo explicó el coordinador del equipo de Protección Jurídica de la Oficina de ACNUR en España, Juan Carlos Arnáiz, antes de la presentación del manual que realizó en Madrid.
El documento, de casi 250 páginas y 13 unidades didácticas, tiene su origen en 2015, cuando se redactó un primer documento en Austria, que fue traducido por primera vez al inglés en 2017, luego ampliado hasta su última versión en 2022 y que se ya disponible está traducido al español.
Está dirigido a profesionales de la interpretación que desarrollan su labor en entrevistas personales realizadas por las autoridades a personas que solicitan protección internacional en otro país por temor a ser perseguidas en su lugar de origen por motivos de raza, religión, ideología, género, orientación sexual y otros.
En estos contextos, la diferencia de traducción entre palabras como «colina» o «montaña» «puede significar, entre otros factores, que su petición sea rechazada», señaló Arnáiz como ejemplo de la «gran responsabilidad» de los intérpretes de estas entrevistas.
Por lo tanto, para garantizar la máxima calidad e integridad en la interpretación en estos contextos tan sensibles, el intérprete debe ser profesional y «no debe estar de un lado ni ser percibido de un lado, ni siquiera en el lugar donde se encuentre en el espacio físico»# , subrayó Arnáiz.
Ni se puede «resumir» lo que el candidato ha expresado, ya que en muchos casos la clave está en los detalles, ni «embellecer» sus palabras, omitiendo, por ejemplo, malas palabras, ni opinar sobre la credibilidad de la historia del solicitante de asilo. o terminar haciendo la entrevista.
Pero al mismo tiempo, «el intérprete es humano», ha subrayado Arnáiz, por lo que también debe proporcionar, junto con el entrevistador, un entorno seguro y de confianza para que el solicitante de asilo pueda expresar sus circunstancias, muchas veces de extrema vulnerabilidad.
El propio manual hace referencia a una prevalencia del trastorno de estrés postraumático en grupos vulnerables como los refugiados de entre el 25% y el 50%, frente al 7% u 8% de la población general.
Por lo tanto, los intérpretes deben tener cuidado de no, por ejemplo, adoptar conductas que puedan percibirse como autoritarias con personas que han sido víctimas de tortura, o mostrar paciencia y apoyo ante problemas de memoria común en personas que han sufrido un trauma.
El manual da instrucciones como la convención de hacer una presentación adecuada por parte del intérprete, explicando su papel o por qué es necesario tomar notas durante la entrevista, y también estar preparado para mostrar estas notas al candidato y destruirlas, visiblemente, cuando final.
Agencias
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