Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia y candidato presidencial del partido Un Nuevo Tiempo, afirmó que si la coordinadora de Vente Venezuela, María Corina Machado, puede inscribir su candidatura, o si no lo hace, puede nombrar un sustituto (así (hasta ahora la doctora Corina Yoris), a favor del dirigente político, lo dejaría de lado.
Rosales lo dijo en una entrevista publicada en el diario español «El País» el 2 de abril, insistiendo en que hizo lo correcto al participar como candidato presidencial para «salvar a las fuerzas democráticas de la neutralidad».
Destacó que sigue siendo parte de la Plataforma Unitaria y no es un factor divisorio.
De la misma manera, enfatizó que quienes están en el poder ya aceptaron como candidatos a varias figuras de la oposición como Gerardo Blyde, Ramón Guillermo Aveledo o gobernadores electos de la oposición, pero ninguno de ellos está dispuesto a hacerlo.
Además, se ve a sí mismo como «un instrumento que puede expresar el deseo de cambio político en un país que constituye el 80% de la población e incluye una parte del chavismo», por lo que aseguró a los venezolanos que no pueden delegar su responsabilidad para tomar decisiones. . El futuro de Venezuela en las urnas.
Manuel Rosales dijo que respeta las posiciones de quienes critican su candidatura, pero destacó que lo que quiere es un cambio «no violento» en la administración. Recordó que durante las elecciones tendrá un plazo máximo de seis meses para ejercer el cargo de presidente y esa persona tendrá poderes en su contra.
«Aquí hay que planificar una transición para reunificar, respetar a los demás, poner al país en el camino correcto», afirmó.
Cree que tiene capacidad para dialogar, negociar y ser flexible cuando sea necesario, y dijo que la mayoría de los movimientos políticos del país coinciden en que las elecciones del 28 de julio son una oportunidad única.
«Hemos tenido reuniones institucionales con Nicolás Maduro, con sus ministros, con gente del máximo gobierno. Nos dijeron varias veces que están dispuestos a rendirse si pierden las elecciones. Teníamos una buena relación con el personal militar a quien respetábamos, incluso si no estaban de acuerdo con nosotros. El problema es que llevamos 25 años negando las ideas del otro», dijo Rosales.