El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba convocó a la consulta al encargado de Negocios de Estados Unidos (EE.UU.) en la isla, Benjamín Ziff, como protesta contra las acciones injerencistas promovidas por la nación norteamericana.
En la nota de protesta -detalles oficiales del comunicado de prensa- el Gobierno de Cuba recordó al diplomático estadounidense «los estándares mínimos de decencia y honestidad que se esperan de una misión diplomática en cualquier país y que la embajada de Estados Unidos en Cuba muestra incapacidad para observar, al tiempo que subraya que esta oficina diplomática y su personal están obligados a comportarse de acuerdo con las normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Durante el encuentro -encabezado por el Viceministro de Cuba, Carlos Fernández de Cossío- se discutió la situación económica de Cuba, como consecuencia del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a la isla desde hace más de 60 años.
Por ello, Cuba repudió «el ostensible esfuerzo del gobierno de Estados Unidos por limitar e impedir cualquier esfuerzo del Estado cubano por encontrar soluciones y responder a las necesidades económicas y sociales del país».
Estas medidas – detalla la nota de protesta – pretenden reforzar «una guerra económica despiadada para provocar y explotar la irritación natural de la población».
En este sentido, cuestionó las «preocupaciones» manifestadas por la Casa Blanca sobre la situación en Cuba, al tiempo que recrudece el bloqueo y mantiene a Cuba en la arbitraria lista de patrocinadores del terrorismo, pese a que la nación norteamericana se ha comprometido a eliminar el país de este documento.
Además, afirmó que si Estados Unidos estuviera preocupado por Cuba, «dejaría de perseguir el suministro de combustible que el país necesita importar» y «dejaría de perseguir todas las transacciones financieras de Cuba en el mundo».