Un grupo de más de 15 analistas y portavoces políticos ha advertido que la legitimidad de la convocatoria presidencial emitida por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el próximo 28 de julio está «en serias dudas». Manifestaron que parte de la solución a este problema es que el Poder Electoral retire la convocatoria y reconsidere el calendario electoral.
Carmen Teresa Albanes, Milos Alcalay, Claudio Pifano, Roberto Casanova, Werner Corrales Leal, Santiago Clavijo A, Amoldo J. Gabaldón, Douglas Jatem, Sary Levy, Ángel Lombardi, Nestor López Rodriguez, Angel Lombardi, José Mujio Menalo, Angulo Menalo, Menalo Alberto Ray, Asdrúbal Romero, Benjamín Scharifker, Henry Vargas firmaron una carta afirmando que el desafío de los venezolanos es obligar al gobierno de Nicolás Maduro a participar en una elección que ofrezca garantías efectivas a la oposición.
«Esto significa no ceder a las maniobras para cambiar al líder que hemos elegido y, si el régimen pretende arrebatarle el poder al pueblo, exponiéndose al pueblo y a toda la comunidad internacional, obligándolos a hacerlo. ”, dice la carta.
En un documento compartido en redes sociales, los analistas destacan que «la verdadera y única solución es regresar al Acuerdo de Barbados y rehabilitar a todos los candidatos, retirar el llamado del CNE y cambiar el cronograma electoral, crear observadores internacionales creíbles y mayores condiciones para la libre participación de todos.» .
Si no se hace lo anterior, “las elecciones serán ilegítimas, el país seguirá aislado y los venezolanos seguiremos siendo parias a nivel internacional”.
Agregaron que además de las inhabilitaciones políticas, la convocatoria realizada por el CNE no garantiza los votos de al menos diez millones de ciudadanos, lo que incluye a nuevos electores. Para los citados analistas, «el proceso es una simulación de elecciones libres, pues el régimen persigue a líderes opositores que están en campaña, y esto se manifiesta, entre otros hechos, en los violentos y ya sistemáticos ataques contra María Corina Machado».
Destacaron que el calendario electoral fijado es «inconstitucional e inaceptable, ya que resulta inconveniente debido a los plazos previstos y no respeta los derechos civiles».
Por otro lado, enfatizaron que las elecciones de este año tienen propósitos diferentes para el gobierno y los venezolanos. Destacaron que Nicolás Maduro los considera «un mecanismo que puede manipular para permanecer ilegalmente en el poder por otros seis años, mientras que al mismo tiempo, explicaron, representan un derecho constitucional de los ciudadanos a poder ser destituidos pacíficamente del gobierno». . Destruyó la nación durante 25 años».
«El régimen marcó las elecciones presidenciales previstas por la Constitución para 2024 con una persecución sistemática de los líderes de la oposición y con iniciativas para cambiar el liderazgo elegido por la oposición con una amplia mayoría en las elecciones primarias celebradas en octubre de 2023.»