Reinner Arango soñaba con la equitación y buscaba oportunidades en el fútbol cuando el entrenador Jesús Ortega lo vio por primera vez y, tal vez instintivamente, le pidió que se hiciera una prueba de aptitud física para levantamiento de pesas. Han pasado 11 años desde entonces y el pequeño carabobeño ya es campeón juvenil y fue la gran sorpresa en los Campeonatos Panamericanos y Preolímpicos, que se desarrollaron en el Parque Miranda.
Sorpresa, cómo no, para todos aquellos que aún no conocen la historia. Pues bien, para quienes lo han seguido en los últimos años no fue más que la confirmación de que ahí es donde está el futuro de la profesión.
Reinner Arango, quien ganó el Campeonato Mundial Junior de Levantamiento de Pesas el año pasado en Guadalajara, acaparó los reflectores en el Gimnasio José Joaquín «Papá» Carrillo, donde se llevó a cabo el Campeonato Panamericano, del 24 al 28 de febrero. Compitiendo en la categoría de 73kg, la misma que el subcampeón olímpico Julio Mayora, terminó cubriéndose de gloria.
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El plan era «tener una buena competencia» y demostrar que el futuro es prometedor. Pero el tesón, la madurez y el aguante que demostró en la plataforma terminaron por convertirlo en subcampeón de la categoría.
Y, tras terminar cuarto en arranque con 138 kg, lo dio todo en carrera y tirón y con un levantamiento de 170 kg se cubrió de gloria. Estaba persiguiendo el bronce, pero los caprichos del deporte le colgaron un par de platas al cuello. Mayora fue descalificado en esa modalidad al fallar sus tres intentos, y las marcas de Arango -levantando 308 kg en total- fueron las segundas mejores.
Verse en el segundo escalón del podio fue una sorpresa para él, pero también un impulso para sus sueños.
«En ningún momento quise la plata, estaba peleando por el bronce, pero más que eso quería hacerlo bien en casa, mucha gente me apoyó y en realidad fueron ellos los que me animaron a no rendirme nunca y siempre quise ir». por más», admitió Arango, quien incluso se lastimó un tendón de la corva a mitad de la competencia pero nunca se planteó darse por vencido.
«Estas platas me motivan a querer ser mejor y me muestran que puedo luchar mejor contra mis oponentes… Me siento bien pero sé que puedo ser mucho mejor», advirtió el campeón del mundo, que ya se ha apuntado a sí mismo. . en los Juegos Olímpicos, Los Ángeles 2028.
Una promesa brillante
Reinner Arango, el mayor de los tres hijos de la señora Edeidy es el único deportista de su familia, una hermosa coincidencia, la promesa de una gran historia.
«No le pierdan la pista, se va a perder de vista», advirtió el presidente de la federación venezolana de halterofilia, Luis Seijas, en la presentación del campeonato panamericano, donde Renner terminaría segundo.
Y el carabobeño ha cultivado esa esperanza con acciones. Durante los ocho años que lleva entrenando ya ha ido a tres Mundiales, como subcampeón sub-17 en 2021 y campeón en 2023, pero también ganó:
- Plata en los primeros Juegos Panamericanos Junior celebrados en Cali y Valle del Cauca, en 2021
- Bronce en los Juegos Bolivarianos, Valledupar 2021
- Bronce en Juegos Sudamericanos, Asunción 2022
- Plata (2) en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Salvador 2023
Sí, la historia apenas comienza, pero está respaldada por grandes resultados. Por ahora no existe una rutina particular que defina su turno en la plataforma, pero hay mucha fe y enormes esperanzas.
«Sólo me estoy concentrando en lo que estoy trabajando, en lo que he estado entrenando y sé que Dios está conmigo, así que saldré con toda esa actitud», comentó el joven, cuyas mejores notas -hasta el momento- son 141kg en nip y 176kg en envión que levantó en el Mundial de Guadalajara.
«El libro sigue llenándose de historias, con mucha más ilusión que ayer», concluye con una sonrisa.