Tiburones de La Guaira fue un auténtico coloso durante toda la postemporada del béisbol venezolano, pero al coronarse campeón de la LVBP recibió un golpe de realidad que lo cambió todo. Muchos no tenían visas para viajar a Miami, y la dirección se vio obligada a formar un grupo prácticamente nuevo, tomando lo mejor de las otras siete monedas que animan la liga.
Estos refuerzos salvaron a Venezuela, eso lo tiene muy claro el técnico Ozzie Guillén.
«Los jugadores hicieron todo, me hicieron quedar bien, yo solo hice mi parte para que las cosas salieran como debían», dijo el piloto este domingo en La Guaira, donde una vez más una multitud salió a las calles a celebrar. los ganadores.
«Hay que darle mucho crédito a los refuerzos porque al final hubo un lío con el tema de la visa, un lanzador se quedó atrás porque no tenía pasaporte, Adrianza se lesionó y al final podemos salir adelante». con los jugadores que la dirección trajo de otros equipos. «Todos se adaptaron rápidamente al equipo y logramos ganar», afirmó.
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Asimismo, Ozzie destacó el trabajo de David Davalillo, quien fue director interino tras la salida de Edgardo Alfonzo y luego se convirtió en su guía.
“Llegué tarde y confié mucho en David, me ayudó mucho, me enseñó los jugadores, me mostró nuestras fortalezas y me dijo a quién darle la oportunidad. «Fue una guía muy valiosa», afirmó el estratega.
«Dirigir en Venezuela es un trabajo sumamente difícil porque los jugadores se van, vienen, les piden que paren de repente, para superar hay que conocer a todo el equipo y David los conocía a todos», agregó.
El actual campeón del Mundo, la Liga de Invierno y la Serie del Caribe admite estar agradecido con su familia por alentarlo a «redimirse» en Venezuela con los Tiburones, quienes verdaderamente son un equipo «especial» para él.
El futuro ahora es incierto, pero Ozzie está contento con sus dos nuevas conquistas y cree que finalmente pudo salir por la puerta como un «gran torero».