A través de una asamblea convocada por el sector educativo, Trabajadores en activo y jubilados se concentraron en la Plaza de La Candelaria este lunes 6 de marzo para exigir mejores salarios y publicar las próximas acciones. Aunque el objetivo era marchar hacia el Ministerio de Educación, la movilización no se concretó. “No tienen dinero, no tienen ni para un salario, pero hay dinero para construir estadios”, fue una de las consignas que entonaron los trabajadores durante la manifestación.
Eduardo Sánchez, presidente de la Federación de Trabajadores Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (UCV) insistió en que “el salario de los trabajadores no está en negociación. Tenemos un requisito específico, que es tener un salario digno”. un salario pírrico, lo aceptaremos como un anticipo, pero seguiremos luchando hasta conseguir lo que esperamos.
Por su parte, Islenis Pulido, titular del sindicato de la Federación de Trabajadores Sindicalizados de la Educación (Fetrasined) enfatizó que se necesita más organización y planificación entre los diferentes sectores de trabajadores de la Capital, “que es donde debemos dar ejemplo”.
En ese sentido, felicitó a las regiones del país donde, a su juicio, las acciones de calle de los docentes y otros sectores de trabajadores, “ha estado más organizada”.
El sindicalista se queja de que les quitan beneficios a los trabajadores docentes. “Este gobierno nos lo robó”, repitió.
La lucha es de todos
Las convocatorias que iniciaron el 9 de enero de 2023 fueron apoyadas por trabajadores activos y jubilados del sector salud, Metro de Caracas y otras entidades públicas y privadas.
Milagros López, jubilada de una empresa privada, asegura que la tarea de emprender el camino para exigir derechos es de todos. Asegura que atiende la mayoría de las llamadas porque quiere vivir dignamente y que su salario le da más que comprar comida para su gato.
Asegura que es celíaca, por lo que su dieta debe ser con alimentos que no contengan gluten. Sin embargo, debido al costo que implica, es imposible mantener una nutrición adecuada.
Aunque tiene trabajo y familiares en el exterior que lo ayudan y le envían dinero para alimentos y medicinas “no alcanza”, porque no puede tomar sus medicinas con regularidad.
Por su parte, Aleida, vendedora de dulces del sector, insistió en sumarse a las manifestaciones siempre que pueda. “Esta lucha es de todos. Merecemos una mejor calidad de vida”.
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