El panel, conocido como IFAB, reconoció que el tiempo agregado por lesiones, sustituciones, tiempo perdido y celebraciones debe calcularse con precisión.
Durante la última Copa del Mundo, cinco minutos extra en cada tiempo se convirtieron en rutina para los árbitros que seguían las instrucciones de la FIFA.
Algunos juegos duraron más de 10 minutos, además de los 90 minutos reglamentarios de juego.
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Gianni Infantino, presidente del máximo organismo del fútbol mundial, aseguró que la medida será beneficiosa para el juego.
«Fue apreciado por todos. Queremos luchar contra la pérdida de tiempo, queremos que la afición disfrute del partido», dijo Infantino en rueda de prensa con la IFAB.
Infantino también afirmó que las reglas del fútbol tienen que cambiar porque requieren más tiempo para calcularse con precisión.