Hace dos días señalábamos que Cardenales de Lara, sin jugar, salía favorito.
Luego de esto suman dos triunfos, alcanzaron el penúltimo lugar con Tigres de Aragua, terminaron con el invicto Tiburones de La Guaira y quedaron a 1.5 juegos del segundo lugar, que da acceso a la final.
Para los salados y para cualquiera sería muy complicado ganar octavos de final. Pues nadie lo ha hecho en este formato.
Cardenales vulneró la defensa de los Tiburones con un arma propia del siglo pasado: el toque de pelota, que aumentando la agresividad de las bases, cumplió con las misiones asignadas y terminó en carreras. Con el marcador 8-7, estos detalles importaban. Ganó el «pequeño béisbol». Un toque con las bases llenas y dos outs de Odúbel Herrera terminó en tres carreras y Herrera en tercera gracias al hit y error del antesalista Carlos Rivero, a quien conocen bien en los Cardenales porque jugó varios años en ese club.
Es solo un ejemplo porque hubo varios casos en los que el toque aparece en el cuadro de movimiento de carrera proporcionado por el sitio web de la liga.
El pitcheo no fue efectivo, pero al final vencieron a los Sharks al anotar ocho carreras.
Pero el que sí resultó efectivo fue Silvino Bracho. Por primera vez se presentó como una oportunidad de salvar, y lo consiguió. Vicente Campos, el cerrador titular, había cometido dos faltas seguidas y se había lesionado el brazo de lanzar, por lo que la difícil situación del equipo recurrió a Bracho, la primera selección en el draft de incorporaciones y cambios.
Esta noche, la mala afición no se meterá con el técnico larense, Henry Blanco.
En cuanto a los Sharks, iban a perder en algún momento, por lo que la preocupación aún está lejana.
Tigres hizo todo mal
En el segundo partido del día, los Bengals salieron empatados.
Perdieron por una carrera, dejando 12 corredores en base uno tras otro.
Los tres errores que cometieron afectaron las carreras. En la segunda entrada, un error del tercera base Yorman Rodríguez (sí, pensabas que era mejor tenerlo allí que a Yermín Mercedes) terminó en primera, antes de que Alí Castillo barriera las bases con un doble. Los otros dos en base fueron producto de bases por bolas.
En la carrera decisiva tuvo que ver un error del campocorto Mendoza con un hit de Castillo, y avanzó a segunda con un sacrificio de Breyvic Valera más un error del lanzador Jorgan Cavanerio. Wilson Ramos fue el encargado de hacer que el error valiera la pena. Ya sabes, el juego fue 5-4.
Bien por los Bravos, que sufrieron y perseveraron. Malo para Tigres, cuyo triunfo no estuvo a su alcance. Al no ganar perdieron el posible ascenso al segundo lugar y a cambio se los llevaron los Cardinals.