Puede ser difícil, para un pequeño grupo, creer en los efectos que han dejado las sanciones en la vida cotidiana de los ciudadanos comunes en Venezuela.
Puede generar dudas que al hablar de deficiencias en salud se observe que solo el 2,2% de las sanciones van dirigidas a este sector. Lo mismo ocurre con los alimentos, ya que tras sufrir una terrible escasez, se observa que solo el 1,4% de las medidas coercitivas unilaterales se dirigen a este sector.
El problema se agrava porque todos los sectores de la vida productiva y económica de la nación están íntimamente ligados a los recursos del Estado, y 477 medidas coercitivas unilaterales, que representan el 51,5% de las sanciones, están dirigidas contra el Estado y el gobierno, lo que afectan los ingresos y posteriores. inversión de recursos.
Como un alto porcentaje de los recursos que llegan al país lo hacen por la explotación del petróleo, es bueno saber que las 103 medidas, equivalentes al 11,1% de las sanciones contra el país, van dirigidas a afectar directamente a la industria petrolera.
El 6,1% de las medidas coercitivas unilaterales pesa sobre el sector de las finanzas públicas, que bloquea, inmoviliza y restringe el acceso a los recursos económicos del Estado.
Las 163 medidas contra empresas privadas, el 17,6% de las sanciones, afectan a aquellas vinculadas a sus operaciones con el Estado, que terminan dibujando un mapa de asfixia que termina recayendo sobre la población en general del país, que es la que realmente se dirige a estas medidas. que violan los derechos humanos en palabras de la Organización de las Naciones Unidas.
A toda esta realidad de 928 medidas coercitivas unilaterales que han provocado que el país pierda ingresos por el orden de los 44 mil millones de dólares al año, durante siete años consecutivos, se suma el sobrecumplimiento de las sanciones.
“El cumplimiento excesivo ocurre cuando los bancos o las empresas dejan de trabajar con una persona, entidad o país sancionado por temor a la aplicación de sanciones. Los estadounidenses lo describen de la siguiente manera: cualquiera que ayude a evadir sanciones estará sujeto a sanciones”, sostiene el venezolano Anti -Observatorio del Bloqueo en su publicación Los números del bloqueo.
En el caso de Venezuela, sostiene el Observatorio según investigaciones, la pena por “ayudar a Venezuela a evadir sanciones” puede ser de hasta un millón de dólares y hasta 20 años de prisión.
A partir del decreto de Obama en 2015, numerosos bancos internacionales cerraron cuentas y bloquearon pagos hacia y desde el Gobierno de Venezuela. En 2017, estas entidades financieras comenzaron a congelar o retener recursos venezolanos. “Muchas empresas cerraron sus operaciones y contratos, en áreas como petróleo, transporte, tecnología, salud, electricidad y agua potable”, menciona el informe del Observatorio.
El sobrecumplimiento de las sanciones quedó probado cuando Estados Unidos impuso un sistema de vigilancia a las transacciones financieras en Venezuela, para impedir el pago de alimentos y medicinas. La respuesta del sistema financiero internacional fue excluir del sistema global de mensajería interbancaria (SWIFT) todas las operaciones del gobierno venezolano.
Datos
928 Las sanciones contra Venezuela han causado profundos daños a la economía, la producción, el desarrollo y el bienestar de las personas víctimas de las medidas.
154 Las entidades venezolanas sancionadas por Estados Unidos incluyen organismos públicos y empresas privadas.
143 empresas sancionadas son de petróleo y energía, comercio, transporte y
tecnología
109 empresas extranjeras son el 70% del total de organizaciones sancionadas por estar vinculadas a Venezuela.