Están desesperados. Muy, muy desesperado. Cómo se dice, «Sin miedo». En este caso, hay más horror, pánico y temblor por el pensamiento que miedo. renuncian al poder que han tomado, pierden sus privilegiosespecialmente la impunidad para cometer todo tipo de violaciones, desconociendo el daño que están causando a personas que las discriminan, torturan y privan de sus derechos humanos más básicos.
Piensan en medio de las pesadillas «Serás medido con vara de medir». Temen que los procedimientos arbitrarios que utilizan actualmente contra los disidentes se vuelvan contra ellos una vez que estén en vigor. el nuevo gobierno que queremos inaugurar en la Venezuela democrática. Por supuesto que no lo hará. María Corina enfatizó que entre sus planes más urgentes está la reinstitucionalización del país. restaurar los fundamentos de La regla de la leyAsí surge un poder judicial verdaderamente autónomo, en el que el deber de un juez, libre de subordinados, sirvientes y funcionarios de baja categoría, debe imponerse y cumplirse desde el estrado, mezclando el servicio de la verdad judicial con las viles ejecuciones del asesino. Dispara hasta que la cabeza es un muñeco.
Seguramente prevalecerá la justicia, porque sin ella no habrá paz en el país. Pero una cosa es la justicia, la otra es la venganza y el odio inherentes a los esfuerzos de quienes están en el poder por dividir y profundizar las dificultades. Venezuela y su pueblo, que ahora está sumido en la pobreza y sufre el colapso mental de sus familias, gracias al trabajo extremo y la gracia de este régimen, afortunadamente dejaremos atrás esta carga y nos liberaremos tarde o temprano. Dificultades y experiencias desagradables.
Nada de lo que está pasando en el país ahora mismo debería sorprendernos. Todas estas malas conductas son consistentes con el carácter dictatorial de funcionarios que desconocen los principios y valores democráticos. Su trabajo es abusar de quienes violan su existencia. De esta manera, tenemos una ventana para mirarnos a nosotros mismos, los venezolanos víctimas de persecución y brutalidad, y también para que ciudadanos de otras partes del mundo se vean reflejados, para entender por qué les ha resultado tan difícil superar posibles esos enclaves autoritarios buscan atrincherarse en las instituciones que han transformado, sus aparatos más represivos.
Los ciudadanos que se resisten, conscientes de que la solución no caerá del cielo, sino que debe buscarse con «sangre, sudor y lágrimas», asumen heroicamente la responsabilidad del país con el que estamos en deuda.. Hoy contamos con el liderazgo de acero de María Corina Machado, confiamos en ella para llevar a cabo la tarea que esta ciudadana nos encomendó el pasado 22 de octubre, hacerla realidad para la próxima era, rodeados de amor, confianza, esperanza y solidaridad efectiva, la tarea inevitable de todos. Presidente de Venezuela.
Mitzi Capriles de Ledezma