Algunas premisas para la construcción de la historia insurgente es que será un proyecto infinito y en permanente construcción por los cambios que se dan en la sociedad en la que vivimos, y porque no existen teorías transicionales que lo expliquen todo en todas las épocas.
El conocimiento histórico es interpretativo. Los de nuestra historia se construyeron a partir de marcos teórico-filosóficos derivados de la Ilustración; por lo tanto, necesitamos construir otro referente teórico-filosófico que sustente los procesos de liberación.
El conocimiento histórico debe servir para transformar la sociedad a través de la acción consciente y creadora del sujeto histórico y no para contemplarla.
Del mismo modo, los procesos históricos, por su complejidad, deben ser interpretados como una totalidad social finita, abierta e infinita, interrelacionada y no aislada, que busca develar lo que se oculta y lo que se naturaliza en el capitalismo.
De hecho, para la historia insurgente no hay fin a la historia. Hay una historia interminable. Tampoco habrá una muerte del sujeto.
Mientras haya desigualdad, opresión y dominación de un bloque histórico sobre otros bloques, y uso de la naturaleza como recurso ilimitado, siempre habrá un sujeto histórico recreado y reconstituido dispuesto a transformar este estado de cosas y ponerlo en práctica. al punto. servicio de los oprimidos.
Por tanto, los grupos humanos con política son los grandes constructores y deconstructores de la historia. No héroes individuales. Su papel en la historia es catalizar o retrasar los procesos políticos según el proyecto político al que sirve.
La historia de los insurgentes pretende retomar la historia de más de 14.000 años de vida de nuestros pueblos originarios en el continente y, en particular, en Venezuela, concibiéndola como una continuidad histórica en la que ha habido puntos de ruptura y discontinuidad que fueron articulado con la irrupción europea por nuestro territorio, el sometimiento del ser, la imposición de un nuevo saber y poder en la sociedad colonial.
principios fundamentales
- Algunos principios en los que se basa la historia de los insurgentes serán:
- La ética debe estar presente en el sistema de formación.
- Brindar una preparación integral a los estudiantes con un componente político social.
- Los programas, cursos y otras acciones formativas deben diseñarse para dar respuesta a los problemas.
- La preparación de cuadros pretende convertir la formación en una actividad permanente, con la idea de lograr un incremento del potencial humano.