Las dos últimas fechas de lo que resta del año por las Eliminatorias Mundialistas de la Conmebol tocarán a la puerta desde el jueves y la Vinotinto tendrá la oportunidad de demostrar que sus ambiciones están cada vez más fundadas ante dos rivales a los que es obligatorio enfrentar. sumar puntos de local y de visitante.
Que la última doble fecha fue una de las más brillantes para Venezuela con el brillante empate 1-1 ante Brasil, mediante el gol del premio FIFA Puskás de Eduard Bello, y la contundente victoria 3-0 sobre Chile, en un La innegable exhibición de Yeferson Soteldo, aumenta las expectativas sobre el desempeño de la Vinotinto en estos partidos, el jueves ante Ecuador en el estadio Monumental de Maturín, y el martes 21 cuando visite a Perú en la cancha de Nacional de Lima.
Hay muchas razones para confiar en la Vinotinto. Los siete puntos que ha conquistado el equipo dirigido por el argentino Fernando «Bocha» Batista, en las cuatro jornadas del sorteo, se han logrado con un logro basado en esfuerzos compartidos, sacrificios en todas las líneas para distribuir con responsabilidad y equidad los esfuerzos para ir y venir al ataque y a la defensa con igual efectividad.
Si algo destaca en esta selección es la solidaridad y el trabajo colectivo. Batista ha inculcado a los jugadores una serie de conceptos que se proyectan claramente en la cancha. Uno de ellos es el convencimiento absoluto de sus capacidades. El mejor reflejo de esta expresión es el extremo Alexander González, quien se ha convertido en uno de los miembros más confiables del equipo, brindando una impenetrable defensa y proyección por banda para defender su área y cruzando el área para atacar con igual seguridad. .
Pero no se trata sólo de utilizar la conversación y la psicología deportiva para convencer al jugador de una propuesta. Batista ha reforzado su verbo con un sistema táctico que le permite a la Vinotinto reducir los espacios al mínimo, con líneas muy cortas y jugadores dedicados a presionar muy alto, cuando las circunstancias del partido lo requieren, con Salomón Rondón como primer escudo defensivo o yendo. Volver con los laterales para que Jefferson Savarino, Darwin Machis, Soteldo, Eduard Bello o Samuel Sosa puedan vigilar a los rivales, sumarse al esfuerzo de recuperar el balón o evitar la superioridad numérica por las bandas.
Tampoco hay lugar en el equipo de Batista para el personalismo o la dependencia. No es un equipo que se base en el trabajo exclusivo de una figura, por el contrario, el esfuerzo individual debe basarse en el objetivo colectivo de ganar y sumar puntos.
Esa idea de esfuerzo colectivo se reflejó en el empate ante Brasil, donde Venezuela logró tomar el balón en el segundo tiempo y, con un despliegue de toques, logró confundir a la defensa amazónica hasta el centro de Savarino para el acrobático gol de Bello. Y eso quedó más evidente en la magnífica victoria por 3-0 contra Chile. La presión alta de Brujo Martínez allanó el camino para el primer gol de Soteldo, y luego el número 10 del Santos se apoderó del escenario para que sus regates y carreras no fueran simples jugadas aisladas para regocijo de la grada, sino que tuvieran consecuencias en el marcador. sirviendo los pases a Salomón Rondón y Darwin Machis por clavar los puñales.
Sobran razones para que el país se haya vuelto a enganchar al tren de la Vinotinto, y ese apoyo nacional seguramente traerá otro lleno en el estadio Monumental de Maturín. Con este fútbol solidario y comprometido, Venezuela saldrá por más puntos para alimentar sus esperanzas mundialistas.
Las frases
«Fernando Batista ha inculcado a los jugadores una serie de conceptos que se proyectan claramente en el campo»
«Se ha reforzado el verbo con un sistema táctico que permite a la Vinotinto reducir los espacios al mínimo»
«Tampoco hay lugar para la dependencia en el equipo de Batista. «No es un equipo que se base en el trabajo exclusivo de una figura»
Ojo con la temible sociedad entre Kendry Páez y Enner Valencia
Ecuador es un equipo que hace de la velocidad y potencia de sus jugadores sus principales bazas para inclinar la cancha a su favor. Si bien el técnico español Félix Sánchez ha querido inyectar un toque más de calma para prolongar las posesiones y que el balón circule sin tanta aceleración en cada transición ofensiva, lo cierto es que el fútbol austral se ha hecho fuerte en el continente y ha podido avanzar. en los mundiales a base de un ataque relámpago, muy vertical para llegar al campo rival sin mucha elaboración, pero a través de un contraataque relámpago.
Enner Valencia, el delantero del Internacional de Porto Alegre, que ya lideró a Ecuador en la clasificación para el Mundial de Qatar 2022, encabeza este juego directo, pero el nuevo técnico ha reforzado su control del balón con la incorporación de la nueva joya, Kendry Páez. que ya marcó en el triunfo 1-2 sobre Bolivia para convertirse, a sus 16 años, en el más joven en hacerlo en un Mundial de la Conmebol. La Vinotinto debe cuidar de esta temible sociedad sureña.
Perú controla el partido pero le ha faltado dinamita para definir
Perú ha tenido un mal comienzo con sólo un empate sin goles ante Paraguay en Asunción y tres derrotas consecutivas en sus duelos ante Brasil (0-1), Chile (2-0) y Argentina (0-2), pero no hay errores con El Comité Inca. En el partido ante el conjunto amazónico hizo un partido impecable, creando ocasiones de peligro en la portería de Ederson, aunque al final fue penalizado en exceso en una jugada que Marquinhos ha patentado, rematando de cabeza a balón parado. .
El gran problema de Perú en las cuatro jornadas empatadas es la falta de potencia. Es el único equipo que no ha conseguido marcar y esta falta de ataque se explica en parte por la ausencia de Gialuca Lapadula, que se recupera de una operación de una lesión en el tobillo. El escaso aporte del experimentado Paolo Guerrero en ataque obligó al técnico Juan Reinoso a convocar a Jhamir D’Arrigo, Matía Succar y Fabrizio Roca para buscar soluciones. Esperemos que la defensa de la Vinotinto alargue el divorcio del Inka con las redes.