El Dr. Emilio Figueredo Planchart, abogado, ex embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas y profesor universitario, considera una locura que el gobierno venezolano esté ejecutando planes militares relacionados con el reclamo territorial del Esequibo.
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Y considera que el proyecto de un referéndum organizado para determinar el apoyo al gobierno en esta etapa de Guyana es un ejercicio puramente político.
¿Qué opina del anuncio del Ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, de que el gobierno de Guyana está preparado para todos los escenarios? Le preguntó El Impulso.
Esto es Loco. Es como destruir un avispero. Me recuerda al general Leopoldo Fortunato Gaitiere con el conflicto entre Argentina y Gran Bretaña por las Islas Malvinas y, como sabemos, no se logró nada en la guerra ocurrida en 1982.
El doctor Figueredo advierte que así no se logrará nada. Guyana cuenta con el apoyo de todos los países no alineados, Caricom, Estados Unidos, China, Cuba. Sale con gente de pelo rizado.
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Cuando se produjo la invasión a Las Malvinas, el gobierno argentino se encontraba en la peor situación porque además de los enfrentamientos internos, también tenía una férrea oposición que exigía elecciones y argumentaba que usando la democracia de clan tendría tiempo para descansar.
El Dr. Figueredo dijo que era absurdo que el gobierno de Maduro pudiera planear una situación beligerante, cuando el caso de Guyana estaba siendo considerado por la Corte Internacional de Justicia.
También afirma que todo lo relacionado con la soberanía nacional está consagrado en la Constitución.
El problema que paralizó el proceso de búsqueda de una solución al reclamo territorial del Esequibo se debió a las declaraciones y decisiones de Hugo Chávez, quien fue muy indulgente con Guyana, y además, que el acuerdo de Ginebra fue una trampa para lograr el objetivo de treinta votos de Caricom. . ¿La gente lo ha olvidado?
Respecto al referéndum celebrado el 3 de diciembre, el propósito es minimizar lo que suceda el 22 de octubre y no es más que una actividad puramente política y propagandística.
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