Los cambios en el fútbol han puesto las cosas patas arriba. Mañana, en Maturín, el equipo más necesitado de un triunfo no será el seleccionado venezolano, sino el visitante chileno, equipo a estas alturas perdido en su fútbol y en los puestos mundialistas.
Quién lo creería, pero estas son las circunstancias actuales. Porque la diferencia no está sólo en la ubicación, sino en el actual y diferente tamaño de los principales baluartes. Alexis Sánchez, el máximo exponente y abanderado chileno, tropieza en la cancha; algunos días vuela como en sus días más iluminados; En otros, huérfano, solo en el planeta, aquejado de falta de apoyo en el centro del campo, no se quita las alas.
En la Vinotinto se habla un idioma diferente, pues de Salomón Rondón, quien en los últimos tiempos se transformó en valor goleador de River Plate y recién cumplió 34 años, vive su segunda juventud. Rondón, según la incrédula voz popular, ya parecía derrotado por el tiempo y el trajín de tanto viaje y tanto juego, pero ya ves, es como un tipo especial, de esos que regresan como el Conde de Montecristo, para vengarse metafóricamente en los campos de América. Ha vuelto y tengan cuidado, porque tipos así son de temer porque no se quedan callados…
No calibramos uno y otro fútbol. Chile, con su tradición competitiva, con sus conquistas, con la actitud guerrera de sus jugadores, tiene una enorme ventaja, pero hoy no brilla como lo hizo en el pasado. Mejor aún, en el momento presente brilla el deseo de trascender de la Vinotinto. Los chilenos tienen hambre de una victoria que los lleve, al menos moderadamente, a recuperar la fe, a que su gente vuelva a creer en un equipo en estos tiempos cuestionados. Sin Mundial desde 2014, los chilenos tiemblan ante la idea de volver a quedar al margen. Sería un destino odioso, un futuro que el país más grande del mundo no aceptará.
Para venezolanos y sureños ganar mañana es una cuestión impostergable. Para la Vinotinto la urgencia es ganar lo máximo posible en casa para seguir en el tren con su objetivo final en Norteamérica; Estos 21 puntos serán el alimento de tu llegada. Para Chile, es la confirmación de un pasado lujoso y triunfante, del orgullo mapuche y araucano que ha sido la patria de Elías Figueroa, uno de los mejores jugadores que jamás haya adornado su suelo y la historia de Sudamérica.
Por lo tanto, no será sólo un clasificatorio regional para la Copa Mundial Canadá-Estados Unidos-México, una de todas las densas malezas previas a la Copa Mundial con su torbellino de acción aquí y allá. Realmente será un capítulo que marcará caminos que pueden ser claros, con dos equipos que utilizarán todo lo que saben, y un poco más, porque perder sería asomarse al precipicio del que tal vez no sea posible regresar.
Medel, Sánchez… ¿hasta cuándo?
La pregunta la hacen los hinchas sudamericanos, pero especialmente los chilenos. El esquema de La Roja mantiene estos pilares, los cimientos de una generación que, para muchos, ya está desgastada, incapaz de sorprender o crear un nuevo fútbol.
En aquel momento, hace cinco, diez años, su juego fue un descubrimiento; Gary Medel dio lecciones de dominio desde el centro del campo y atrás, y Alexis Sánchez de capacidad para desbaratar y finalizar las jugadas iniciadas por su valiente compañero.
Con ellos de lleno y en pie de guerra, Chile ganó dos Copas América (2015, 2016) y una cifra que hablaba muy bien de su fútbol, pero como todo lo que empieza termina, aún no se sabe si los dos titanes del sur han terminado. ya han comenzado a decaer, si bien siguen siendo tan temibles como cuando sembraban respeto en el continente. En unas horas y ante Venezuela se sabrá la verdad.
UNA PUNTA
Figuración
En el Mundial de 1962, Chile logró su máxima clasificación en el fútbol mundial: el 3er lugar. Se tomó como referencia a Leonel Sánchez, un gran jugador.
Copa Mundial
Mientras Venezuela se esfuerza por llegar a su primer evento universal, los chilenos han celebrado su presencia en nueve ocasiones. El último fue en Brasil 2014.
Ausente
Ha resultado extraño que Arturo Vidal, a años luz en el mediocampo sur, no esté en la convocatoria. Una lesión obligó al técnico Eduardo Berizzo a sustituirlo.
Resentimiento
Los seguidores de ese país, tan fervientes como los demás, cargan con el dolor de no haber ganado nunca la Copa del Mundo. Es una herida que no tiene cura a la vista.
Maracaná
En un partido por Italia 90 se descubrió un complot del portero Roberto Rojas y Fernando Astengo para abrir una herida. Ambos fueron suspendidos.