La diana, como la joya más cara, es valiosa no sólo por su rareza y belleza, sino también por el estuche en el que ha sido envuelta. No será lo mismo uno que se guarda en un periódico que uno, que puede ser más asequible, pero que cuando alguien está en una caja de lujo, un snack, como dicen en Madrid.
Pues marcar en La Bombonera, ante un público y en uno de los partidos esperados, un derbi argentino que ya se ha vuelto universal, es toda una historia. El gol de Salomón Rondón, como defensa de River Plate ante Boca Juniors, rodó como una pelota traviesa por el mundo, y para quienes no lo conocieron o no supieron de él, porque es venezolano, muchachos criados en Catia, y un goleador en cualquier lugar que haya jugado, ya sea que ese país se llame España, Rusia, Inglaterra o China…
Rondón voló, con el vuelo de un espíritu renacido, con el vuelo de un esclavo de las circunstancias que esperan sólo un momento para extender sus alas goleadoras y redimirse. Al llegar a la Argentina la gente creyó en él, pero quedó condenado al banquillo y con santa paciencia esperó su momento, esa oportunidad de hablar de su valía.
Y luego, sí, le marcó un gol a Boca hace unos días, el gol que entrega simbólicamente la joya del lujo llamado La Bombonera, el estadio de Buenos Aires, escenario de hermosos y grandes partidos de la historia del fútbol. Sudamerica…
Acabamos de recordar a Catia, raíz y punto de partida de Salomón Rondón, y el pensamiento también nos lleva de repente a Colinas de Vista Alegre, la antigua urbanización del occidente de Caracas donde se disputaban campeonatos donde se reunían muchos de los grandes. Jugadores venezolanos de los años 70 y 80.
Estos torneos han aparecido y hoy, con la designación de Rondón, nos relacionamos con la Vinotinto, ya que los que ahora mencionaremos también alguna vez fueron integrantes de la selección nacional.
Eran equipos formados en la zona entre amigos, jugando solo por jugar, y eventualmente cerveza para comentar los partidos. Estos equipos tenían refuerzos altos, y mire la lista de los que vimos golpear la pelota allí: Pedro Febles, Nelson Carrero, César “Guacharaca” Baena, Luis Mendoza, Néstor Bracovich, Bernardo Añor.
¿Qué ha sido de todas sus vidas? Febles ya no está, Carrero está desempeñando sus funciones como abogado, Baena está trabajando con jóvenes en el estado de Texas, Mendoza se ha retirado de toda actividad futbolística en su casa de Caracas, no hemos vuelto a saber de Bracovich, Añor está en sus negocios privados. La vida pasa, la vida pasa.
Te veo allí.